Capítulo 11

145 27 9
                                    

La elegancia en su andar llamaba la atención de todos los estudiantes, incluso de los profesores. Inteligente, bonita, de una buena familia. ¿Quién no quisiera tener todo lo que ella tiene?

Ingresó al salón con Towa detrás de ella, y tomaron asiento en sus lugares. Esperando la llegada del profesor asignado.

Sato.

—¿Hoy nos enseña Sato, verdad? —apenas vio de reojo a su hermana, solo asintió.

Pasaron los minutos esperando a que el castaño llegará, pero no había rastros de él. Algunos estaban preocupados pensando en que le había pasado algo, mientras que otros festejaban porque no tendrían clases.

—Iré a los servicios higiénicos. —aviso la castaña a su hermana —Si viene el profesor, le dices que salí un momento por una emergencia, ¿bien?

—¿Emergencia? ¿te sientes mal? —comenzaba a preocuparse por ella.

—No.

—¿Entonces?

—Solo dile eso a Sato, si es que viene. Sabes que no le agrada que salgamos del salón sin avisarle.

—Mmm, bueno. Está bien —acepto no tan convencida. Su hermana se veía algo... extraña.

Setsuna se levantó y salió del salón hacia el baño.

Las clases ya habían empezado para los demás, por lo que el baño de mujeres estaba despejado. Fue al lavabo y se echó agua en su rostro varias veces para refrescarse al mismo tiempo que sentía otra vez esa presencia.

Al principio no le había tomado importancia, pero conforme pasaban los días se sentía más desconfiada y muy observada. En el salón, en la universidad, afuera pero menos en su casa.

—Demonios... —murmuró viendo su reflejo. Tenía ojeras muy notorias, gracias a las noches anteriores que no podía conciliar el sueño.

Salió del baño con pereza, dirigiéndose al salón. Sin embargo, la castaña volteó rápido al sentir a alguien detrás de ella.
Encontrándose a la nada. Exhaló y suspiro, la situación comenzaba a fastidiarla, solo quería saber quién era el imbécil o la estúpida que la observa tras las sombras. Se refrescó otra vez y salió del baño, y para su mala suerte se topó con su profesor, quién tenía una expresión cansada y algo molesta.

—Profesor Sato —dijo a modo de saludo. No tenía de otra.

—Señorita Taisho —correspondió —¿que hace afuera del salón? —pregunto alzando una ceja.

—Tuve una emergencia. Cosas de chicas. —no quiso decir más, él comprendió, no cuestionando más.

—Por está vez lo dejaré pasar. —dijo el castaño, ambos ingresaron al salón ganando unas curiosas miradas de los alumnos.

—¿Te dijo algo? —cuestionó la albina a su hermana.

—No.

—Uff, menos mal.

Setsuna al observar a su hermana algo llamó su atención.

—¿Qué tienes ahí? —señala la bolsa blanca debajo de sus piernas.

—Ah, pues... e-es... ¡es comida! —respondió rascando su cabello blanco y sonriendo.

—Ya veo... —Setsuna no dijo más, aunque le pareció sospechoso, pero lo dejaría pasar. Mejor se enfocó en la clase brindada por Sato Hisui.

~~~

Pasó el día, las clases habían culminado para la alegría Towa, antes de ser interceptada por su hermana, la albina salió disparada del salón.

Playing with your heart Donde viven las historias. Descúbrelo ahora