Capítulo 6
Primer beso con la persona equivocada.
Horas antes del 1ero de octubre, iniciando el mes del terror.
Ismael Messina
El niño de cuatro años, hijo de un matrimonio amigo de mis padres, está sentado a mi lado, y no hace más que jugar con sus papas fritas, golpeando su tenedor contra el plato hasta que su comida termina por volar y cae un poco en mi cara.
Papá y mamá se ríen, viéndome como si fuera algo divertido.
Si hay algo que me abrasa el pecho, son estos momentos, en los que salimos a la calle y fingimos ser una familia normal, pero es un cuento que jamás se vuelve realidad.
Papá es un hombre carismático puertas afuera, con su sonrisa espléndida, hace reír a todos con sus bromas, no hace comentarios ofensivos de ningún tipo.
Cada tanto, le da apretones cariñosos en la mano a mamá, por encima de la mesa, donde todos sus amigos pueden ver lo dulce que es.
—Me encanta verlos juntitos como siempre, tan enamorados.— dice la esposa del mejor amigo de mi padre. —Llevan casi dieciocho años de matrimonio y es como si el tiempo no pasara para ustedes.
Efectivamente, se cree la careta que vendemos.
Sin embargo, mamá no finge, ella aprovecha estos momentos de falsa felicidad, es lo que siempre ha soñado: una familia unida que se ama, que se respeta, que va a cenas con amigos.
No estudió ninguna carrera después del secundario, nunca ha trabajado, papá le ha provisto de todo lo material.
A decir verdad, el ingreso de mi padre es muy bueno, nunca me niega un centavo para salir a hacer lo que me gusta, como los partidos de fútbol con mis amigos.
Así también con mamá, le da dinero para que compre lo que ella quiera, ya sea para sí misma o para la casa, nunca le niega nada, brindando una pseudo-seguridad.
Siempre controlando en qué gasta cada billete, y es un gran problema cuando ella pierde el ticket de algo porque él pronto lo nota y se transforma.
Abandona su cara buena y saca a la luz a aquel ser maligno que oculta dentro de sí.
El restaurante al que nos trajo esta noche es lindo, disfruto de la buena comida que me sirven y de los momentos efímeros en que papá se comporta como un hombre honorable
Su amigo me cae bien, él si parece un buen tipo, me trata como si fuera su sobrino. Hemos salido de pesca los tres en varias ocasiones, y su hijo pequeño también se uniría en la siguiente oportunidad, o eso nos había dicho él.
Me sirvo mas papas fritas y mamá me pasa la sal antes de que la pida yo mismo, recordando inmediatamente el rostro pequeño de Argentina Rodríguez, contando la historia de su madre y la ensalada de tomates.
Desde la salida grupal aquel día de la primavera, nos hemos hecho amigos. Admito que hacía rato quería estar cerca de ella, es como una botella de vitaminas.
Todo es oscuro en casa, pero en cuanto ella manda un mensaje, todo se me olvida.
Me dice algo simple como "¿salimos?", y una sonrisa tonta se dibuja en mi rostro.
En el colegio comenzamos a sentarnos juntos, en el mismo banco, hace todas sus tareas de color rosado y celeste, me presta el corrector, y yo le presto la plasticola, somos como un equipo.
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Por Siempre: Te Quiero.
Teen FictionArgentina Rodríguez ha llevado el primer año sin su madre barriendo los dolores bajo la alfombra, obligándose a sí misma a ser feliz y no ser una carga para su padre ni su mejor amigo. Ismael Messina, un chico callado e introvertido, al borde de l...