Un rey y su esclavo

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Aquel rey gobernaba su imperio con tal majestuosidad y audacia que nadie se atrevía a juzgarle, sería un pecado decir que era injusto o un dictador maquiavélico, sin embargo, no se podría decir lo mismo de su carácter, era frio, tajante y un tanto descortés. Se vio obligado a casarse por el bien de su imperio , pero propuso una extraña condición "Haremos una fiesta, que vengan todas las damas de clase noble. Allí decidiré quien será mi esposa".

Era la fiesta más grande jamás vista, los esclavos fueron llamados, entre ellos estaba un risueño y amable esclavo que destacaba entre los demás por su inteligencia y corazón noble.

-Atsushi, tenemos que preparar todo, hoy serás camarero y estarás cerca del Rey

-Cerca del Rey...¿Debo tomármelo como un logro personal?- El albino le guardaba cierto repudio a la clase alta, el creerse superior a los demás y menospreciar a los pobres secuestrándoles para ser criados como esclavos ...es horroroso 

El contrario, un esclavo superior debido a su edad y experiencia esbozó una pequeña sonrisa- No, pero mantén tu boca cerrada cerca de él... por el bien de todos-

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La noche cayó y los invitados estaban entrando, mujeres refinadas, elegantes y hambrientas del hermoso asiento contiguo al del Rey saludaban fingiendo humildad y amabilidad cosa que jamás habían conocido.

-Señor, la fiesta esta comenzando. Tiene que bajar ahora-

-Claro, puedes retirarte-

-Akutagawa-kun- el castaño era el consejero principal del imperio quien acompañaba fielmente al azabache debido a la promesa que le hizo a su padre- ¿Por qué realizaste una fiesta? Conociéndote pensé que harías algún decreto que te liberara de casarte o algo así- mencionaba mientras acomodaba sus mangas ayudándose de un espejo.

-El matrimonio no me interesa, pero entiendo la importancia que tiene para mantener la descendencia en el imperio y la crianza del futuro rey.

-¿Solo es eso?- Le miró como si realmente supiese de sus verdaderas intenciones, el azabache notó esto resignándose a que el castaño nunca perdía de vista ningún detalle 

-...Hace un tiempo he estado soñando con unos ojos de atardecer que me miran con calidez... si la encuentro hoy, me casaré con ella-

-Ya veo, ¿Por qué solo invitaste a la nobleza?

-No podría saludarlas a todas si trajera a cada mujer del reino, sino la encuentro hoy. Organizaré una fiesta para la clase media. Así hasta encontrarla

-Valla, pensaste en todo eh....bien, vamos a ver si tu bella dama se encuentra en el salón

La fiesta transcurrió con normalidad, se tardo horas pero saludó a cada dama en el lugar, para su pesar ninguna poseía aquellos hermosos ojos que con su dulce expresión se habían vuelto el consuelo de sus pesares, caminó hasta la recepción pensando que la noche había sido una perdida de tiempo hasta que chocó con alguien ocasionando que este botase unas mantas que cargaba.

- Disculpe señor, fue mi culpa. No volverá a pasar- El albino recogió rápidamente las mantas, al levantar su rostro quedó atónito ante el azabache, era el rey...realmente estaba perdido.

Por otro lado, el azabache miraba embelesado aquellos hermosos ojos que tanto había buscado...¿Su hermosa dama era aquel esclavo?..salió de sus pensamientos para hablarle al dueño de sus sueños

-¿Cómo te llamas?

-A..atsushi Nakajima señor, disculpe mi torpeza.- Hizo una reverencia ante el contrario 

-Necesito que me acompañes-

Aunque el peliblanco se estaba esforzando al máximo, realmente no era grato estar conversando con el Rey, para él era la prueba viviente de lo injusta que era la vida- Tendré que disculparme mi señor, no puedo dejar mi trabajo.-

-Puedes dejarlo, yo informaré luego-

-No veo conveniente que deba pasearse con un esclavo en tan vistosa casería-

-Es una orden, tu actitud es un tanto altanera para ser un esclavo-

- Me lo han dicho y eso lo considero un halago. 

Le tomó de la mano y comenzó a caminar con él, por su lado el albino estaba realmente nervioso, sería el centro de atención, además de que tenia que ser sometido por quien solo por nacer tuvo derecho a ser rey 

-Señor... realmente no debería hacer esto-

-No es de tu incumbencia-

Soltó el agarre del contrario en un movimiento brusco lo que hizo que el azabache le mirara .

- No me trate con tal desdén, antes que un esclavo soy una persona...No le pido que lo comprenda, entiendo su situación y lo incomprensible que le resulta la mía

El azabache le miró con sorpresa, nadie le había hablado así en su vida ¿acaso no aprecia su vida?, sin embargo, aquellos ojos bicolor que le miraban retadores, le habían cautivado y su personalidad....molesta y tosca pero adornada con palabras decorosas y decididas.

-¿Cuál es tu condición para acompañarme?-

El peliblanco le miró sorprendido por aquella pregunta, creyó que responderle de esa manera le costaría su cabeza, sin embargo, este le estaba preguntando por su consentimiento.

-Lo mismo que haría al llevarse a una dama, un baile. Aunque muy a su pesar, tendrá un acompañante que ni siquiera es dueño de su propia vida-No se le había ocurrido otra manera, seguramente el azabache diría que no y le dejaría tranquilo 

El azabache le miró unos segundos para luego volver a tomar su mano, esta vez con más delicadeza

- Esta bien.- Comenzó a caminar junto a el contrario llegando al salón

Mientras, el albino le miraba sorprendido desarrollando un leve color carmín en sus mejillas...¿Acaso es consciente de lo que esta haciendo?

-Sabes desde que te escuche hablar estoy preguntándome algo- Llegaron al salón, el azabache posó su mano en la cintura del albino preparándose para el baile

-Permítame el honor de responderle su majestad-El albino posó su mano en el hombro del contrario 

-Eres un esclavo, pero hablas como todo un noble-Comenzó a bailar con él albino mientras se convertían en el centro de atención, todas las miradas absortas de envidia se enfocaban en el peliblanco

-Desde pequeño fui educado como los demás en su poder, pero tomé especial interés por aprender acerca de todo lo que debía saber un noble, eso me ayudo a escalar de posición entre los esclavos.

-Entonces....llevas un tiempo en el palacio

-Claro, llevo 3 años-Estaban tan inmersos en su conversación que la presencia del contrario era un todo en el lugar, no existía nadie más, no importaba.

-Tres años...y nunca tuve el placer de verte- 

-Bueno, el palacio es enorme, y no creo que su majestad posea la responsabilidad de visitar a un simple esclavo- Le ofreció una sonrisa mientras continuaba bailando

Aquella sonrisa dejó extasiado al pelinegro que se limitaba a apreciar los rasgos de aquel muchacho

-Ya cumplí tu condición, ahora quiero que vengas conmigo

- ahh, claro- El albino aunque lo negase la actitud y cortesía, aunque un tanto tosca del azabache le estaba cautivando. Fueron de la mano hasta los aposentos del azabache, en este estaba el castaño

-Akutagawa-kun, ¿Encontraste te a tú querida..- miró al albino que poseía aquellos ojos de los que hablaba el azabache - Así que él es 

-Si, él será mi esposo-

-¿¡QUÉ YO QUÉ!?

El azabache le miró despreocupado, después de todo era su esclavo, no poseía la dicha de negarse - Ya elegí con quien me casaré y ese serás tú-

El albino le miró completamente sonrojado y confundido.....¿Iba a ser el esposo del gran Rey?

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Me gusta esta historia xd. Creo que la seguiré con otros oneshots :D


Reto 30 días OTP- AkuatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora