Reto 30 días OTP- Akuatsu

El Rey y su esclavo

-¿¡QUÉ YO QUÉ!?

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No, no puede ser posible. No me casaré con el Rey, acaso no tengo derecho a negarme...no me casaré con alguien que no amo.

El peliblanco estaba inmerso en su desdicha observando desde la ventana de la habitación que se le había impuesto, el amanecer que abrigaba todo el imperio- Realmente es una hermosa vista...¿Cuánto debes valer para poder observarla?- pensó mientras posaba su mano en el ventanal.

-Es bueno que estés despierto, necesito que me acompañes. A partir de hoy te enseñaré lo que debes saber acerca del reino, además de modales y el baile de aprobación- El azabache entró sin avisar a la recamara del albino mientras caminaba hasta llegar frente a él

-¿Baile de aprobación?- Dijo el peliblanco mientras giraba para verle a los ojos, hizo una leve reverencia debido a la presencia de su majestad 

-Es una tradición, jamás pensé que la llevaría acabo. Consiste en hacer un baile al rey que estará sentado en el trono observando, "si este arroja un pañuelo morado considérate afortunada, por que te aceptó"....Aunque para nosotros son simples formalidades debido a que nuestro matrimonio ya se está arreglando

- Su majestad, yo no he aprobado este matrimonio.

-No tienes que hacerlo, ya eras de mi propiedad. Tu aprobación no es necesaria-

-Usted nunca pasará por algo así eso lo sé, pero no creo que su razonamiento no entienda lo que estoy pasando ahora- le recriminó frunciendo un poco el ceño, su vida nunca había importado, sino podía liberarse de la unión, iba a hacer lo imposible por que ordenasen matarle.

-....Tu insolencia ya no me sorprende jinko, entiendo tu situación, pero no hay manera de cambiarla

-¿Jinko?-

-Como rey tengo derecho a ponerte un nombre y ese será el tuyo

-Yo no lo deseo

-¿Acaso pedí tu permiso?

El peliblanco se paró derecho mirando de una manera retadora al azabache- Toda mi vida he pasado agachando mi cabeza para sobrevivir, doblegándome ante la voluntad de alguien que esta al mando solo por haber nacido en las paredes de este palacio

-No tientes tu suerte Jinko-

-¡No me llame así!. Tengo un nombre, aunque ante sus ojos no valgo un solo respiro de su aliento, para mi es diferente. Desde que le conocí hace 3 días no vino a esta habitación, su arrogancia y falta de empatía se mostraron desde el primer momento...no es diferente a todos los nobles que he conocido

-Y dime ¿Qué es lo que toda la nobleza tiene en común?- El azabache le miraba con una expresión neutral y su distintiva aura de superioridad, cualquiera que se hubiese atrevido a hablarle así habría acabado muerto al instante..pero algo en aquel albino le tenía cautivado.

-Su mirada, creen que tienen derecho sobre la gente por no ser del mismo estrato. Estoy aquí parado frete a usted, soy la prueba viviente de lo insolente que pueden ser aquellos que tienen poder

El azabache frunció el ceño y estampó al albino contra el ventanal, su atrevimiento había llegado demasiado lejos al llamar insolente a quien sostenía todo un imperio- No pareces apreciar tu cabeza..¿acaso deseas perderla?¿Eso es lo que quieres sacar de mí?

El peliblanco le miró sorprendido por aquella acción brusca, aunque odiase su situación, el verse doblegado de esta manera algo en esos ojos grises hacían revolver su interior...lo sacaban de la realidad

-¿Por qué quiero una vida que no puedo vivir?...desde que le conocí ha sido arrogante y se ha tomado retribuciones que no le corresponden, eso me ha hecho pensar que es el último hombre en el mundo...con el que podría casarme