Me enamore de una asesina

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Con Yelena

Caminaba por los pasillos, sin saber a dónde dirigirse, tenía el corazón hecho añicos, pero tenía una misión...

Acabar con todo esto...

Estaba siempre alerta, nunca bajaba la guardia. Escucho un pequeño ruido y volteo rápidamente hacia el origen de este, con la guardia arriba, preparada para cualquier ataque.

--Pensé que no lograrías hacerlo—La voz de Vanessa se hizo presente desde las sombras

--No me conoces

--Yo diría que si—Vanessa salió de entre las sombras —De hecho, podría decir que soy la persona que más te conoce, incluyendo a Natasha—Rio con orgullo

--Solo hay que acabar con esto—Yelena negó con la cabeza, tratando de dejar el tema atrás. Vanessa suspiro, pensó que Yelena le había dado la razón.

No le convenía a la rubia hacer enojar a Vanessa, sabía muy bien de lo que era capaz, prefería tener la fiesta en paz.

--¿Cuál es el plan? —Pregunto la rubia

--Pregunta la mujer que nuca hace planes—Vanessa se acercó a ella, en forma juguetona

--Tu propusiste esto, solo dime lo que tengo que hacer—Soltó Yelena un poco estresada

--Me gustaba más cuando tú me decías que hacer—Vanessa recorto la distancia entre sus rostros

--No estoy jugando

--Yo tampoco—Sonrió—Me sigo preguntando ¿Dónde quedo esa Yelena atrevida? Aquella que me sedujo incontrolablemente y me llevo al cielo justo antes de entrar a una casa llena de asesinos—Su voz era seductora, con su voz cualquier caería. Yelena paso saliva, era humana, no podía controlar lo que ese tipo de coqueteos provocaban

--Esa persona que tu describes—Se aclaró la garganta—Entendió que existen cosas con más importancia, aún más que la venganza

Vanessa soltó una pequeña carcajada al ver su rostro

--Pero, aun así--- Le murmuro al oído—No puedes negar que aun te pongo

Yelena cerró los ojos con fuerza. A su mente le llego el rostro de Kate.

--¡Ya basta! —Aventó a Vanessa con un poco de fuerza—Acepte a venir contigo porque prometiste mantener a salvo a Kate, no por mi propia voluntad, no te confundas

Vanessa sintió una pequeña patada en el ego

--Ya veremos después—Se levantó el cuello.

Con Kate

--Tranquila hija, el amor es difícil de comprender—Eleonor abrazaba a Kate, la cual seguía aferrada totalmente al abrazo, destrozada por las palabras de Yelena—Pero recuerda una cosa...--- La tomo de las mejillas, viéndola fijamente a los ojos—No importa la cantidad de vallas que se presenten, lo que en verdad importa es que, con cada salto, sus corazones no se suelten, es verdadero amor cuando a pesar de todo aún siguen saltando, juntos—Le dedico una tierna sonrisa. Después se acercó a su oído, como murmurándole algo a la arquera.

A Kate se le hizo algo extraño aquellas palabras de su madre, pero no dijo nada.

--Es hora amor—Kingpin las interrumpió

--Lo se amor—La cara de Eleonor cambio radicalmente, volvió a ese tono malvado—No quería que se nos volviera a escapar—Sonrió

Antes de que Kate pudiera reaccionar, sintió un piquete en el muslo. Su madre le había inyectado aquel liquido invasivo