Me enamore de una asesina

ES TESTARUDA

Yelena abrió un poco los ojos, estaba aturdida, escuchaba unas voces a lo lejos...

Kate deja que hagan su trabajo...

Quiero ir con ella...

Señorita ¿Me escucha? ¿Puede hablarme?...

Yelena, por favor, despierta...

Aguanta Yelena, no me dejes...

Quédese conmigo, no se duerma, la llevamos al hospital...

Después volvió a desmayarse...

A como lo sintió Yelena, después de unos cuantos minutos de haberse desmayado volvió a abrir los ojos. Tardo un poco en ubicarse en una cama de hospital. Volteo a ver detalle por detalle, observo un ramo de rosas que estaban a su lado derecho, un montón de cobijas aventadas en el sillón, en frente la televisión encendida que mostraba una caricatura.

--Por fin despiertas—Soltó Vanessa, quien estaba a su lado izquierdo, sentada en la silla

--¿Cuánto llevo dormida? —Yelena se quejó de dolor al intentar sentarse

--No te sientes, aun sigues débil—La freno Vanessa—Debes de seguir reposando, la bala perforo parte de tus intestinos, tienes suerte de seguir con vida

--No respondiste mi pregunta—Insistió

--Cerca de tres semanas

--¿Tres semanas?

--Perdiste mucha sangre y la cirugía se complicó un poco, pero ya paso el peligro, solo queda que te recuperes

--Kate, ella...

--De vez en cuando viene a verte. Dice que no quiere estar aquí cuando despiertes

--¿Dijo eso? —Yelena se sintió

--No es por ser mala, es solo que se siente mal, por casi asesinarte—Intento bromear Vanessa. Yelena se quedó pensativa

--Quiero hablar con ella—Yelena de nuevo intento levantarse, pero el dolor la detuvo un poco

--No debes levantarte, te abrirás los puntos y así menos saldrás de aquí

--Necesito hablar con ella, decirle que no la culpo, no fue su culpa, se lo que es estar en control mental—Esta vez no le importo el dolor y logro sentarse—Nada de esto fue su culpa

--Créeme, se lo he dicho, pero aun así se siente culpable

--Se lo tengo que decir yo—Se levantó de la cama

--Ok, eres testaruda, pensé que no te ibas a poder levantar, acuéstate—Le ordeno Vanessa, devolviéndola a la cama

--No, debo...

--Hablar con Kate, lo sé, ya lo dijiste—Le ayudo a acomodarse de nuevo—La traeré, si me prometes que no te moverás de aquí

No muy contenta Yelena asistió con la cabeza

--Descansa—Soltó Vanessa

En verdad Yelena aún seguía débil, no tardo en quedarse dormida de nuevo.

Cuando abrió los ojos, se encontró con la misma habitación de la vez anterior, las mismas flores, las mismas cobijas en el sillón, pero esta vez, las caricaturas eran otras.

Al llegar su mirada a su lado izquierdo logro reconocer una cabellera negra, apoyada hacia abajo en la cama, también se percató que su mano izquierda estaba un poco sudada o tal vez babeada. Sonrió con ternura.

--Kate Bishop—Murmuro

--Mande...-- Soltó Kate aun un poco dormida, no se había percatado de que quien le hablaba era Yelena