Domingo.
Cuando me desperté Jerry no estaba en la cama. Sólo me dejó una mota que decía: Estoy en el gimnasio tengo que hablar con tigo. Jerry.
Me quede rara. Me preguntaba de que querría hablar Jerry con migo. Me duché me vestí, me puse unos shorts y una camisa de vaquera manoletinas y listo. Bajé sin desayunar me dirijí directanente al gimnasio. Vi a Jerry sin camiseta, el sudor bajaba de su tableta y me quede embobada mentalmente. Le esperé en una esquina 10 minutos. -Y bien, que me querías decir-. -¿Ya has desayunado señorita? -No-. Le dije. -Pues vamos a una cafeteria ¿no? -Esta bien-. Me ofreció el brazo y yo se le agarré. Nos fuimos hacia el coche. Antes de habrir la puerta me agarró las mejillas me besó y me abrazó. No me lo esperaba, así que me gustó. Montamos y nos dirigimos hacia la cafetería. -¿Que quieres my lady? -mmm.. Un colacao con tostadas-. Jerry pidió lo mismo. Cuando empezamos ha comer nuestros aperitivos desayunos comenzó a contarme de lo que me quería decir. -Pues bueno. No creo que te guste mucho pero... Me voy-. Me quede sin palabras. -¿Como que te vas? Dije balbuceando. -No te pongas triste-. Me dijo. -No, pero ¿porque?. Despues de todo lo que hemos pasado. -Si, pero comprendeme. Mi madre me llamó esta mañana. Me dijo que me tendría que ir a vivir a otra parte. Un poco lejos de aquí. No me queda mas remedio pero te prometp que vendré a visitarte-. Seguía sin poder hablar. Jerry se levantó me cogió de la cintura y me dijo: -No llores mi niña todo va a estar bien-. -Si. esta esta bien-. Le dije mientras el me secaba las lágrimas me besó y me volvió ha abrazar. Jerry se a convertido en una persona muy especial. (Aunque fuera mi amigo con derecho a roce o algo parecido dificil que no podría explicar) -Y donde esta esa casa, ¿vivirás solo?-. -Esta a una hora de nuestro internado. No es una casa, es un hotel en el que viven unas 60 personas. Los viernes, sábados y domingos suelen ser especiales porque hay fiestas. En esos dias te puedes quedar con migo. ¿Te parece? -Si. ¿Y cuando te vas?-. -Esta noche porque mañana ya es lunes. Y si, también me cambio de instituto. Me quedé aún mas triste porque también se cambiaba de instituto. Terminamos de desayunar nos dirigímos nuevamente al coche. -Donde quieres ir-. Estaba muy triste y dije: -A donde sea pero que no me separen de ¡¡tii!!-. Nos abrazamos. hasta que la bocina de un coche sonó y Jerry arranco el coche. Me llevo a una pradera. Era muy bonita. Había flores y un río muy bonito. Nos sentamos en la hierba y comenzo a decirme de nuevo que no este triste etc etc...