5. Monstruo.

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Empiezan a gritar mi nombre mientras estoy en el baño poniéndome el traje de baño.

No tardamos mucho en bajar al nivel inferior y juntarnos con el resto del grupo. Me acerco a Ciara y Elaine, que están soltando en la piscina unos balones luminiscentes de diferentes colores. Parecen globos, pero su estructura es más dura. Han puesto pequeños banderines y luces por todo el lugar.

—¡Hayley, has venido!— exclama Elaine al verme. Aún no se ha desprendido de su ropa.

—Me encanta cómo habéis dejado el sitio.

—Hemos encontrado todo esto en el cobertizo de suministros y Elaine ha conseguido conectar los circuitos de las luces con el del equipo de música para que vayan al compás.

A lo lejos distingo a Harry tras la barra del bar. Está preparando un par de cócteles. Jake se ha acercado a él, están hablando.

Sonrío a mis compañeras y me disculpo, acercándome a ambos jóvenes.

—¿Cómo es que eres el camarero, Singh? ¿Acaso has perdido alguna puesta?— consigo escuchar cuando me apoyo sobre la barra y observo con una sonrisa a mi mejor amigo.

Harry bufa y me echa una rápida mirada antes de contestar a Jake. Está sin camiseta.

Había apreciado algún que otro tatuaje en sus manos y brazos, pero no me imaginaba que tendría tantos por todo su cuerpo.

—Como si alguna vez hubiera perdido alguna. Deberías haber visto qué clase de bebidas estaban preparando estos ignorantes— indica señalando con la mirada a Assad y Byron.

Drax acaba de llenarse el suyo hasta el borde con whiskey de canela— comenta, refiriéndose a Byron como el supervillano de Marvel, que se acerca a nosotros.

—Yo lo llamo La Piedra Filosofal. Es como mi kriptonita— Harry le quita el vaso de las manos y se lo cambia por el cóctel que el acaba de preparar.

—Anda, prueba esto— se lleva las manos a las caderas, adoptando una posición de espera.

El jugador de fútbol americano, no muy convencido, da un pequeño sorbo a la bebida.

Su expresión facial se torna a una de sorpresa.

—¿Qué lleva esto? ¡Me acaba de explotar la cabeza!— exclama sonriente y el rizado sonríe orgulloso.

—Se llama Sazerac. Considérate ilustrado— susurra y posa sus ojos sobre mí, echando su cuerpo hacia delante, apoyándose con los codos en la barra.

—¿Puedo tomar yo algo?— pregunto, devolviéndole la mirada y retándole con esta.

Una sonrisa se dibuja en su rostro y vuelve a incorporarse.

—Adelante, Barbie. ¿Qué quieres?

—En realidad, había pensado en haceros yo una. Hazme sitio— indico y me muevo hasta llegar a detrás de la barra. Jake me observa, sin saber qué es lo que voy a hacer.

Harry, al parecer, tampoco lo tiene muy claro. Se aparta un poco, pero no mucho, y me deja trabajar con las diferentes botellas.

Mezclo algunas alcohólicas junto con varios zumos de fruta y cuando creo que ya tengo la combinación perfecta, las vierto en tres vasos con el borde salado. Tiendo una a Jake y otra a Harry; la tercera me la quedo yo.

—Esto me da mala espina— susurra Jake mirando el color anaranjado y azul que tiene.

—Tú solo bebe— indico, llevando mi copa a los labios y dando un corto trago. La garganta me arde un poco, pero es soportable. El sabor agrio del alcohol se camufla bastante bien con el dulce de los zumos.

La isla - h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora