CAPÍTULO 6

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ARIES


Por fin habíamos encontrado algo útil con lo que poder empezar -No tengo paciencia para estas cosas-

Para nada en realidad.

Se trata de una pequeña fiesta, bastante privada, en la se especulaba que la familia Martínez firmaría un contrato con una empresa alemana bastante importante. La fiesta era sin duda la más formal y adinerada que se había celebrado tras la Guerra Civil. No era de extrañar que esta clase de familia se juntaría solo con gente adinerada, pero excluir incluso a varios de sus amigos íntimos solo por no ser demasiado adinerados me parece ya demasiado excesivo.

Miré a mi derecha y ahí sentado en la mesa leyendo un libro se encontraba Leo, ¿Cómo era capaz de no dormir en toda la noche y tener la cara y el aspecto tan perfecto?

Que envidia por favor.

De seguro yo tengo un aspecto horrible -Más de lo normal quiero decir-

Quité esos pensamientos de mi mente y me centré en la fiesta y en lo difícil que será colarnos allí.

Un rato más tarde descubrí varios detalles más sobre la fiesta y mis ánimos habían decaído en picado.

_Es una fiesta demasiado importante -Dije- Va a ser casi imposible que entremos. Además, hemos confirmado que Dylan no estará allí. Creo que al final no ha servido de tanto la información.

_Pero podemos encontrar buena información.

_En todo caso, tendríamos que encontrar la forma de entrar.

_Eso déjamelo a mí.

Antes de que pudiera contestarle ya estaba saliendo de la sala camino a algún lugar del que se supone encontraría la solución a nuestros problemas.

_ ¿Crees que de verdad lo va a conseguir?

Al escuchar esa voz, me giré inmediatamente y corrí para abrazar a la única persona en mi vida que consideraba mi amiga. Silvana, una de mis agentes y sin dudar una de las mejores.

Era una mujer bastante alta y de constitución ancha -Eso le ayuda bastante en una pelea a diferencia de mi- Su cabello es pelirrojo, corto y rizado, que le hace resaltar sus hermosos ojos verdes y sus pecas. Siempre viste con ropa oscura, aunque a veces le hago cambiar de opinión para que se ponga tonos que le estilizan por su tono de piel y de pelo.

Seguía esperando una respuesta, pero sinceramente no sabía que responder. No entendía el motivo por el que había confiado tanto en Leo desde que llegó, sin duda era impropio de mí y no sabía cómo debía tomarme eso.

Decidí responder con la mayor sinceridad que pude mostrar.

_Voy a darle un voto de confianza.

Me miró con una cara de reprimenda antes de comentar:

_Es un niño de papa lo recuerdas, ¿no?

Sinceramente me sentó bastante mal su comentario, ¿Acaso estaba dudando de mí? Nunca la había visto hacerlo y tampoco pensé verla jamás. Sin embargo, fingí que no me molesto en absoluto.

_Creo que nos puede ser útil -Respondí finalmente-

_Espero que no te equivoques Aries, porque el desastre puede ser grande.

No me pude contener esta vez y solté lo que pensaba.

_Nunca se me ha ido nada de control y esta no será la primera vez.

_Confío en ti.

_Pues no lo parece -Replico con molestia-

_Sabes que siempre voy a estar para respaldarte y da igual que las cosas vayan bien o mal, que tomes buenas o malas decisiones. Siempre voy a estar ahí, a tu lado y solo te aviso porque te conozco y sé que te podrías arrepentir en un futuro.

AriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora