Aries lo ha perdido todo. Solo le quedan los restos de un corazón destruido por la ausencia de su familia. Solo hay una cosa que puede calmar la ira de Aries... La venganza.
Se pasará años buscando como hacerla y cuando por fin la tiene al alcance...
Un día vas a una fiesta y al siguiente estás ayudando a una de las mujeres más temida del país a acabar con el heredero más rico de España y parte de Europa.
Nunca he sido una persona que le guste llamar la atención, y raramente lo hago. A ver, hablo con la gente, hago mis contactos, pero me camuflo entre la gente. ¿Qué probabilidades había de que me pasara esto?
Para una vez que intento llamar la atención de una chica...
Pero desde luego que no está en mis planes volver a hacerlo en una larga temporada.
Me he dado cuenta que el misterio me atrae, ella me atrae. Aries se ha colado en mí de una manera extraña. Tal vez sea porque es la primera mujer que no intenta ligar conmigo por mi posición económica. Aunque ella no se dé cuenta se preocupa por mí, le ha interesado conocer cosas de mí y le causo intriga y misterio, siento todas las veces que me miraba a escondidas creyendo que no me iba a percatar, pero dios, ¿Cómo no me iba a dar cuenta? Cada vez que me mira noto una corriente extraña en mi cuello.
Todo me llama a querer estar con ella.
Me da igual lo difícil que sea su vida, la mía también es horrible y con los años he aprendido a ser feliz y sé que ella será capaz de superarse a sí misma y ser mejor persona y yo, estaré a su lado, apoyándola y siendo un hombro para llorar en caso de que lo necesite.
La había dejado sola en la librería, porque me dirigía a la casa de un contacto bastante importante que consideraba que podría ayudarnos a colarnos en la fiesta. Era una persona bastante influyente -Aunque dudo que a Aries le caiga bien- Pero lo importante era que podría encontrar la manera en la pudiéramos entrar y sacar información.
...
Me encontraba enfrente de la casa de mi contacto-amigo y le comunique que se acercara a la cafetería de al lado para no llamar la atención de sus padres.
Me senté y esperé unos 10 minutos, hasta que una mano se posó en mi hombro para, posteriormente sentarse en la silla de enfrente.
_ ¿Qué quieres? -Inquirió curioso-
_Necesito un favor super importante.
_Te escucho.
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