Capítulo 4

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Desesperado, Seokjin golpea la puerta, suplicando que los dejen entrar al vagón, mientras que Namjoon, a unos pasos de el, hace lo que está en sus manos para distanciar la mayor cantidad de zombies de su esposo y ganar tiempo con el cuidado de no ser mordido. Aunque el trabajo se le complica cuando más de ellos aparecen a cada segundo. Aún así, Jungkook no parece estar dispuesto a abrir. Ya que los pondría en peligro a el y a Jimin, también al resto de personas presentes.

Pero entonces Jimin observa con atención a la pareja afuera, reconociendo de inmediato al hombre de tez morena, además de ver el estado en el que se encuentra su acompañante. Sus ojos se abren de par en par y se acerca con paso apresurado a el pelinegro. — ¡Déjalos entrar! — Jungkook lleva su mirada hacia el rubio, sin saber que hacer, si hacerle caso o seguir sus instintos.

Presiona sus labios, pensativo, analiza la situación y ve la posibilidad de que talvez alcancen a llegar sin dejar entrar también a los cerebros limados. Suelta un resoplido, deseando no arrepentirse después.

Suelta el pomo y Jimin desliza la puerta, dejando ingresar primero a Seokjin, luego Namjoon, que apenas pasa el umbral, cierra la puerta con rápidez, asegurandola con sus manos, viendo el brusco choque de los zombies contra el vidrio templado.

Namjoon busca el pasador sin éxito. — ¿Dónde está el seguro? — le pregunta a Jungkook, respirando agitado. El pelinegro permanece en silencio y esto exaspera más al moreno. — ¡Oye! ¡¿Cómo cierro esto?! — eleva la voz.

Jungkook observa la puerta y las manos de Namjoon sosteniendo el marco, luego lleva su atención a los movimientos de los errantes y llega a una suposición.

— Sueltala.

Namjoon frunce el ceño y lo ve incrédulo. El resto de pasajeros reaccionan de igual manera.

— ¡¿Te volviste loco?!

— No creo que sepan cómo abrirla —. asegura, y aún así, por cualquier cosa, se coloca enfrente de Jimin para protegerlo con su cuerpo. El rubio toma su mano y la aprieta ligeramente, angustiado.

Namjoon duda, sin embargo, hace lo que dice, por lo tanto, poco a poco aligera su agarre del pomo, hasta que sus manos abandonan la puerta completamente.

Jeon comprueba su teoría al ver que solamente sueltan gruñidos y se amontonan en el vidrio, pero ninguno es capaz de avanzar. — Atacan porque nos ven —. bramó.

SeokJin localiza en el suelo una botella de agua, una idea se le ocurre cuando observa a Jimin tomar un periódico en el asiento al lado de ellos, ambos se miran y asienten, entendiendo el plan del otro. El mayor tira el líquido en todo el vidrio de la puerta, luego el más bajo despliega cada papel periódico y los pega con agilidad en el área humeda, logrando cubrir la parte de la puerta que los hace visibles a los errantes. A pocos segundos, los gruñidos cesan y la puerta deja de ser arremetida. Ambos retroceden.

Jungkook toma la mano de Jimin para mantenerlo junto a el. Rodea su costado con su brazo, todavía recuperando el aliento por la carrera anterior.

Yonsuk se aproxima a la puerta, pasando entre la gente. — ¿Qué demonios? ¿Qué son esas cosas? — Los pasajeros encerrados en el vagon expresan su pánico e incertidumbre ante la situación, a la vez que otros tratan de comunicarse con sus seres queridos, familiares, amigos, etc.

Jungkook aparta unos cabellos de la frente de Jimin, observando su semblante tenso. — ¿Estás bien, Jimin? — pregunta preocupado.

— Estoy bien, no te preocupes —. hace un atisbo de sonrisa que logra tranquilizarlo, aunque sus ojos detonan inquitud. — ¿Tu estás bien?

— Ahora lo estoy —. suspira, abrazando mejor su costado. Jimin recuesta su cabeza en el, la tensión abandona poco a poco su cuerpo y su seguridad incrementa al estar entre los protectores brazos de su novio, pudiendo respirar con calma.

Estación zombie: Tren a Busan [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora