Capitulo 2

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Tatuajes.

Vale, ahora estaba muy intrigada. ¿Será ese Hades? La pregunta había estado rondando por mi cabeza toda la mañana. Y al dia siguiente. Y al siguiente.

Ay Dios.

Estaba según comiendo, mientras Leah y Rain, parloteaban sobre sus clases y cosas a las cuales yo no prestaba atención estaba en el limbo como ida.

- Hey, chica - Leah chasqueó los dedos enfrente de mi cara, sacándome de mi ensoñación.

- ¿Eh? - Pregunté mientras mi raton giraba lentamente y comenzaba a procesar las cosas.

Ambas rieron. Mientras Leah me decía:

- Estábamos preguntándonos que ¿Por qué no has hablado, ni comido? - Señaló mi plato con su mano y cruzaba sus brazos sobre la mesa mirandome con atencion mientras su cabello rubio platinado caia por lo lados. Sus ojos verdes me miraban con expectacion.

Ambas me veían esperando una explicación.

- Nada.

Ojala ese nada fuera realmente nada y no el graffiti andante de ojos verdes.

- Claro y yo soy la princesa Diana y ahora me llamo Rain - Murmuro con un deje de sarcasmo mientras hacia cosas con sus manos al aire me hacia gracia pero todavia mi cerebro no reaccionaba del todo.

Je.

- ¡Rain! - Reprochó Leah - Déjala, si dice que no es nada, no es nada.

Agradecí en silencio.

- Tengo que ir a ver a Dylan, bye, cuídense - Dije echando la silla hacia atrás y tomando mis cosas para ir en busca de mi hermano.

- Igual - Dijeron ambas y seguia caminando a buscar a mi hermano pequeño. Lo encontré en la sala de descanso que proporcionaba la universidad.

Camine por los pasillos hasta donde recordaba que vi por ultima vez a Dylan. Lo encontre sentado tecleando en su telefono concentradamente.

- Hola, Dy - Dije con una sonrisa recargandome en el marco de la puerta y le daba un sonrisa.

- Hola, Ali - Respondió con una sonrisa quitando la vista de su celular, y me miraba respondiendome a la sonrisa.- ¿Qué necesitas? - Pregunto.

- Necesito ir por un libro, ¿Me puedes acompañar? Mas bien ¿Me puedes llevar? - Masculle.

Y también no quería seguir aquí donde me abrumaba y me hacía pensar mucho en Hades. Pero claramente no podia decirle eso.

-Claro. Vamos, pero me debes un helado.

Advirtio mientras saliamos del lugar ha llegar al estacionamiento donde estaba estacionado el auto. Montandonme en el asiento del copiloto y nos poniamos los cinturones. Prendio el auto y nos encaminamos a la primera libreria que encontraramos.

(...)

Llevábamos alrededor de media hora buscando el libro, esto era bastante agotador y estresante. Me pase las manos por la cara con frustracion.

Seguia dentro. ¿Podia patear el estante?

La maestra Emma me caía tan bien, ahora ya no tanto.

Habiamos bajado en nuestra décima parada.

Busque el libro con la mirada en cada uno de los estantes y tampoco estaba. Joder. Salí, de la biblioteca sola, pues Dylan había ido por lo que supongo su helado, camine hasta llegar a la pequeña banca a esperar.

A lo lejos divisé a alguien más bien ese era ¿Hades? Estaba demasiado concentrado en su celular que no notó que yo lo estaba acosando ligeramente y lo seguia con la mirada.

¿Y si él me cautiva?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora