Bajo la mesa

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Nota: Está historia se centra en lo que vemos en el anime, sus años de juventud y adultes con poderes.

La biblioteca se encontraba en silenció, y como siempre, todos nosotros estábamos estudiando para el examen, te habíamos rogado tanto que nos ayudarás que ahora que aceptaste ni siquiera puedo poder atención.

Desde hace meses no puedo dejar de pensar en ti, en como me haces sentir, como tú comportamiento tan explosivo me pudo atraer siquiera un poco, como lograste que yo Denki Kaminari se fijara en un tipo como tú capaz de explotar a cualquier persona que se te cruce.

Yo Kaminari Denki, el chico más heterosexual de toda la escuela... Dios en verdad que me tienes tan jodidamente enamorado.

En verdad deseo que me notes, todas las señales que te he mandado simplemente no capta ninguna, he intentado de todas la foemas posibles pero simplemente nada de nada.

Katsuki Bakugou, en verdad que no se si yo soy el idiota o es que tú simplemente no entiendes anda de romance.

Este será mi último intento y si en verdad no lo entiendes, no tendré nada más que atacar de forma directa.

Toqué tus pies debajo de la mesa, intenté que pareciera un accidente.
Pero tus ojos tienen la destreza de leer mi mente, de alguna forma se tu que tú ya sabías, lo que quería lograr, por qué ni si quiera me gritaste, ni me miraste con esa cara de enojo que tienes con la mínima cosa que no te gusta.

Y yo no pude evitar sonrojarme.

Cuando terminamos de estudiar salimos de la biblioteca, Mina, Sero y Kirishima estaban adelante de nosotros hablando sobre que quizás gracias a tu ayuda podrían pasar.

Yo de alguna forma me quede atrás, en verdad que quería decirte de una buena vez lo que siento por ti, no quería seguir mandando te señales que quizás no captas.

Me quedé quieto en mi lugar, y tú, solamente tú notaste eso y te quedaste atrás junto conmigo.

Tome un respiro enorme.

No suelo hablar delante de la gente
Y no sé si fue mi último rastro de valentía.
O si contigo todo es diferente y perdí la cabeza.

Te mire a los ojos, mi cara me mandaba la señal de que se había puesto roja ante la idea de declararme de una vez.

Dios,¿Cómo puedo hablarte sin hablarte y decir todo?, debí ensayarlo, pero ya ni modo, que sea lo que dios quiera.

Cuando menos me di cuenta, nuestros libros estaban en el suelo, tus manos en mi cintura y nuestros labios compartiendo la calidez del otro.

Mi cuerpo mandaba pequeñas descargas eléctricas por todo este, simplemente no sabía que decir a lo que estaba pasando, estaba jodidamente ansioso, pero al mismo tiempo estaba encantado, tanto que sentía mis piernas temblar.

Cuando Bakugou se alejo de mis labios, solo lo mire algo atontado.

—Yo sé que tú, tú sientes algo por mí
¿Por qué negar este amor, si lo confirman tus besos?

No pude evitar sonrojarme mucho más de lo que ya estaba, me escondí en su pecho como respuesta, su aroma, su calidez todo me hacía pensar que esto era un sueño, quizás un error.

— Bakugou, me gustas, me gustas tanto... Perdón perdón... Quizás es un error yo...

Quería llorar, en verdad no podía creer que el me aceptaría, o que siquiera que me besaría.

— Oye, no digas estupideces, estás hablando conmigo, ¿Dudas de mis gustos y de mi capacidad para elegir quien me gusta?

— O no, no, nunca, es solo que... No sé, me parece tan, irreal...

— Quizás, con otro de estos deje de parecerte de esa forma

Después de decirme eso, me beso nuevamente.

Luego de eso nos volvimos pareja oficialmente, disfrutamos de citas secretas antes de animarnos a contarle a los demás.
Nos encontramos con muchos altibajos, pero siempre sabíamos cómo salir de ellos.

Yo tan delicado y estúpido y el, el tan inteligente y seguro, claramente nadie le vería futuro a esta relación.

Pero de alguna forma, logramos llegar hasta nuestros 20s, con el mismo amor.

— Oye Pikachu, mañana es nuestro aniversario, ¿Quieres hacer algo en especial?

— Mmm, no lo sé, quizás ir a el restaurante de siempre, sabes que por el trabajo no podemos darnos el lujo de viajar ahora

Dije mientras terminaba de lavar los platos y me acercaba a él para besarlo y abrazarme a su pecho.

— Tienes razón, es una mierda que no podamos hacer el viaje... Pero sabes, pese a que el trabajo es pesado me alegra regresar a casa y verte aquí... Sin ti, lo mas probable ez que estaría perdido...

— O vamos, jajaja, no digas esas cosas, me haces sonrojar

— Es verdad mi pequeña rata eléctrica, estaría perdido, como se perdieron las estrellas en la madrugada, como mi corazón en tu mirada, Como se pierden dos palabras cuando pienso que te digo que te quiero y no me sale nada.

Comencé a reirz ya que la mitad de su declaración venía de una canción que escuchamos en una de nuestras citas.

— O vamos Katchan~, quien diría que eres un jodido romántico. - no podía evitar burlarme mientras lo veía sonreír, con esa sonrisa tan especial que solo el tenía.

— Más te vale no decirle a nadie más de este lado mío

— Dios jamás, ¿cómo podría presumir a mi futuro esposo?

No pudimos evitar reír.

Llegó la noche y nos sentamos a cenar, mientras cenamos como siempre comenzamos a hablar de los diferentes temas del día, del trabajo o de otras cosas.

Mientras eso pasaba toqué tus pies debajo de la mesa.

Y tú sabes bien que no fue un accidente

Historias Cortas - BakukamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora