Me doy un repaso mental de cada cosa que hice al salir de la empresa, a ver si no se me olvida nada. Pues no, no se me olvida nada... Ya le avisé a mamá que Derek se ofreció a llevarme, y que me brindaría la explicación de su falta de comunicación con respecto a este tema. Megan y yo quedamos de salir el fin de semana de compras, y mis hermanos creo que iban a una fiesta con ella...
En fin todos tienen una gran vida después de sus trabajos, luego estoy yo que salgo de trabajar y me encierro en mí habitación a leer, fumar o simplemente escuchar música, no es la gran cosa mi vida personal.
Derek ya había bajado al estacionamiento, y en efecto estaba recostado de espalda al carro mirando hacía mi dirección, estaba jugando con sus manos ¿Está nervioso? De cuando acá Derek se pone nervioso, siempre ha sido un chico tan... ¿Sereno? Sí, sereno, sin muchas complicaciones, es raro verlo en ese estado, quizás solo sea porque es su primer día de trabajo y no quieres cagarla.
Sí, es eso.
O no es eso...
Ignoren mi conciencia suele ser pesada ya que parece tener aún diez años mentales.
Oh claro, porque nunca quieres ver la realidad, yo soy la que tiene diez años mentales.
Un mano danzante por mi cara me hace caer en la realidad.
-¿Todo bien-
-¿Acaso ves algo mal?- le encarnó una ceja a Derek, el cual alza las manos en señal de rendición.
Hace un gesto de abrirme la puerta al cual intervengo de inmediato.
-Tengo manos ¿Sabes?- me parece un gesto muy cursi y ridículo, lo odio.
-Vale, entiendo, no tienes remedio alguno- se ríe por lo bajo y va hacía su asiento.
Me ajusto el cinturón de seguridad, y tiro mi bolso a mis pies, cierro la puerta con la presión necesaria y optó por ver por la ventana. ¿Qué más da?, Si solo me contará porque no me dijo, ni que fuera una gran conversación o tuviera mucha importancia como para verle la cara mientras me cuente.
-Rose, antes que nada...- su voz me trae a la realidad pero sigo viendo por la ventana mientras el avanza saliendo del estacionamiento -No era mi intención que te sintieras incómoda-
-Se que no- le cortó, me da pereza los rodeos, ¿por qué no dice su razón y ya?
-Ok, se que no te gustan los rodeos- me está leyendo la mente acaso -La verdadera razón por la que omití decirte, es para que no influyera en la decisión final de los ejecutivos a cargo de los empleos.-
-Sabes que no hubiese hecho nada-
-Pero también sé, que este es tu lugar y pudiste haber impedido el acceso a alguien cercano, ya que no te gusta interactuar más con la gente de lo correspondido, y valorando el hecho de que somos vecinos y soy el hermano de tú mejor amigo- hace una pausa mientras dobla hacía la calle de la residencia -Pense que no querrías trabajar conmigo.-
-Sabes mucho de mí por lo visto, pero se te olvidó un pequeño detalle-
-¿Cómo?-
-Me importa cinco hectáreas, si trabajas conmigo o no- volteo los ojos, suspirando, gracias a Dios ya casi llegamos.
Genial, ve la cara del pobre ahora. Buena chica que eres.
Me giro hacia Derek para verlo desde que me subí al carro y lo veo tenso, y con una cara, que ni se descifrar.
¿No que no te importa pues?
Tú cállate, no me dejas pensar.
Soy la que piensa por ti querida.
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TRUE
Teen FictionLos recuerdos son algo intangible. Recordar duele, atarse al pasado crea que tu vida tome un rumbo diferente. A veces te sientes perdido, pero ¿Qué pasa cuándo encuentras una brújula que te ayuda a direccionar el camino de tu vida?. Me llamo Rose...