Capítulo 20 [La familia perfecta pt 2]

0 0 0
                                    

-HABLA....

-No me grites. Sigo siendo tú padre.

-¿Mi padre?, Por favor no me hagas reír. No lo haz sido desde hace años, no lo eres, ¿Quieres saber lo que eres?...

-¿Qué soy?

-Un hombre al que le faltaron pelotas para permanecer con su familia.

Eso lo desloco por completo. Estaba en una guerra con aquel hombre para que dijera sus verdaderas intenciones al regresar después de que dijo que no volvería nunca más.

A lo mejor es por dinero...

Será un maldito imbécil si ha venido por esa razón.

-Rose.. hija es mejor que te to...

-No mamá.- le corté, estaba demasiado molesta.

-Hija tomate el..

-QUE NO ME VOY A TOMAR EL MALDITO MEDICAMENTO.

-¿Medicamento?- preguntó mi hermano, saliendo de aquel estado en el que se encontraba.

Dalia sabía que tomaba medicinas para mantener mi calma y para dormir, pero mi hermano no... Él siempre me vio como su apoyo cada que le pasaba algo bueno o malo, lo menos que quería es que viera lo vulnerable que estaba, como para depender de un medicamento...

El medicamento en ocasiones era efectivo, me ayudaba a relajarme, era como una droga recetada. Hasta que un día me estaba volviendo adicta a este, lo que llevo a mi terapeuta a bajar la cantidad de medicamentos. Desde entonces los tomo en casos extremos, en parte los suplante por el cigarrillo... No me sentía orgullosa de todo lo que tenía que hacer para mantenerme mentalmente estable.

Jamás creí depender de una pastilla.

Pero de algo estaba segura, y era de que no iba a volver a esa mierda. Hace tres meses que no la tomo, ni siquiera las pastillas para dormir, eso me hace sentir que puedo con todo, aunque este a punto de querer matar al hombre que me engendro, al cual tengo al frente con una sonrisa ególatra.

¿Qué demonios piensa?

¿Disfruta el verme sufrir?

El padre del año....

Y una mierda.

Mi madre ya se estaba de los nervios, conociéndola... Era porque ya había repasado el límite de su cordura.

-¡Dale David termina del ser el imbécil que realmente eres y nunca deje que mis hijos conocieran realmente!- mi madre escupió aquellas palabras con un dolor...

-Esta bien, conozcan su verdadero padre. Uno que se casó por compromiso, porque la hija de papi se enamoró de mí y busco las miles de maneras para que nuestros padres nos unieran bajo la decisión de unir acciones en una empresa que yo saqué adelante. Uno que nunca amó a su esposa, que tuvo tres hijos que quizás llegó a querer... Y digo quizás porque realmente no me interesan...

-Sera..- murmuró mi hermano apretando los puños que tenía sobre la mesa.

-Un padre que nunca quiso serlo, que se vio en la obligación de velar por sus bebés, pero que al ver que ya habían crecido decidió acabar con esta farsa y ¡se largó a vivir su vida!. Uno que siempre engaño a su mujer, que la llegó a maltratar físicamente por no amarla, uno que fingió ser el mejor padre pero que sentía lástima de haber traído gente a este mundo. Los quiero, sí, pero no lo suficiente.

Aquel hombre me estaba destruyendo solo con palabras.

-¿A qué demonios viniste entonces?- le dije en un susurro vergonzoso.

TRUEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora