Parte 2

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Al cabo de una hora, ya estaban en casa, Gon intentaba por última vez llamar por teléfono a Kurapika y así poder hablar con él.

La llamada fue atendida.

- ¿diga?... - atendió Kurapika con tono serio

- Kurapika, soy yo - respondió Gon con tono apagado - lamento molestarte, necesitaba hablar con un amigo.

- ahora no puedo Gon, estoy ocupado, luego te llamaré - respondió Kurapika con tono seco.

- por favor, dame solo 5 minutos...necesito hablar de algo importante con mi único mejor amigo que me queda. – suplicó Gon con voz apagada y triste, lo cual le preocupó un poco a Kurapika.

- Gon kun, estoy muy ocupado, si se trata de la araña ---. – replicó Kurapika pero fue cortado por Gon.

- No es sobre eso... ¡¡no todo gira a esa puta banda!! ¿Acaso eso es lo único que te interesa?...gracias por tu interés - lo ultimo dicho por Gon, fue con un tono helado que sorprendió mucho a Kurapika, quien se preocupó - era algo importante, necesitaba de un amigo pero nunca estás ahí para nadie... al final de cuentas, estoy completamente solo, se ve que la amistad es por conveniencia... adiós - cortó la llamada al decirle lo último con una voz quebrada.

Mientras en otro sitio, se encontraba Kurapika mirando el celular, luego de que Gon le cortara sin darle oportunidad de responder. Se sintió muy mal y culpable.

- ¿qué te anda pasando Gon?...tú no eres así...si me importas. - murmuraba Kurapika mirando el cielo mientras hacía guardia para Neon, con aire de tristeza y preocupación.

Era cierto que estaba ocupado pero su conciencia le gritaba que estando parado como guardia, pudo haberse dado tiempo para hablar con su amigo pelinegro, ¡pero no! Su mente estaba priorizando más su trabajo y su venganza contra el ryodan, que no cabía sitio para la amistad.

Flash back

- se ve que la amistad es por conveniencia... adiós - se escuchó decir a Gon con tono helado y entrecortado

Fin de flash back

- Gon kun... - pensó Kurapika para sí mismo, con tristeza - es verdad, nunca estoy para nadie, ni siquiera para cosas importantes - siguió pensando con los ojos vacíos y el corazón encogido.

Un mes después.

En la montaña Kukuru, un joven albino triste y vacío, había vuelto a ser un asesino con mala gana, nunca quería asesinar a nadie, en su corazón y mente se encontraba la razón de su dolor, extrañaba a su pelinegro, su luz en la oscuridad.

- te extraño tanto Gon... murmuró Killua mientras miraba el suelo con tristeza.

Mientras tanto dentro de su casa.

Un cerdo estaba golpeando a un joven pelinegro, quien estaba atado en cadena de pie a cabeza en el calabozo, lo golpeaba tan fuerte, que lo hacía sangrar y gritar de dolor.

- Killua no sabe que estás aquí, se olvidara para siempre de ti tarde o temprano...una vez que mueras mañana jajajaja - dijo Milluki, el hermano gordo mayor del albino con una sonrisa malvada.

Gon se encontraba desmayado, con todo el cuerpo y el rostro lastimado.

A la mitad de la noche, Gon se encontraba vomitando en el suelo, en la puerta se encontraba espiando Kalluto, quien reconoció a Gon y enseguida fue a avisar a su hermano killua.

Mientras tanto, Killua volvía de asesinar a alguien forzadamente, aun estaba triste por lo de Gon, de repente vio venir a Kalluto con una mirada más seria de lo normal.

Lucharé por tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora