El ambiente era caótico y demasiado ruidoso, los fuertes gemidos del menor deleitaban los oídos del pelirrojo en extremo, verle retorcerce y sucumbir a él en ese estado tan sumiso al menor era lo mejor. Las embestidas eran erráticas y fuertes generando un chapoteo obseno.
El menor no sabía ya cuántas rondas habían sido desd que el mayor había regresado hace unas horas a esa habitación, esto era así, el se quedaba en esa habitación completamente cubierto y oculto en los aposentos del pelirrojo mientras este salía hacer quien sabe que, y cuando regresaba entrando por esa habitación, apenas cerrará la puerta el menor ya sabía que debía desnudarse para su mayor y recibir lo que fuera que este quisiese hacer con el.
Ya había sido profanado en tantas posibilidades que ahora simplemente de no ser por su divinidad superior su luz y alas se tornarían oscuras después de ser profanado así, en cambio para el mayor era un placer disfrutar de ese pedazo de cielo y divinidad únicamente para el, este miraba el cuerpecito del menor mientras dejaba caer su mano fuertemente en los glúteos del menor viendo las marchitas rosáceas que se formaban alrededor de donde su mano había golpeado dejando una notable marca.
Sonrió nalgueando el otro glúteo para después amasarlos sin dejar de penetrar al menor que gemia sonoramente rendido ya en solo disfrutar aceptando su eternidad junto a ese ser y todo lo que le hiciese. El más alto comenzó a morder nuevamente la piel blanca de la divinidad dejando sus colmillos y algunos hilos de sangre a su paso, aunque claro que curaban más que rápido al tratarse de una divinidad.
El mayor salió del menor acostándose en la cama para poner al menor encima de él para indicarle que le montara, el menor sin más opción acepto lo que su dueño le decía pues no había escapatoria u otra opción. Los saltitos empezaron y la divinidad dejó lágrimas resbalar por su rostro.
Ya era mucho para el menor, le habían dado como cajón que no cierra en múltiples ocasiones ese día específicamente y su protesta ya estaba inchada por los golpes del glande sobre esta, además el placer que sentía ya casi era doloroso y simplemente las lágrimas se salían completamente solas.
El mayor disfrutaba su vista, el menor mesiendose y saltando sobre su miembro generándole un placer indescriptible, el cuerpo delicado del menor magullado y maltratado por todas partes gracias a él. Las alitas del menor abiertas de par en par temblando por el placer doloroso del menor que solo podía chillar perdido en las sensaciones sin pensar demasiado, el pelirrojo se sentó a medias para tomar las caderas del menor y crear un vaivén rápido y fuerte para así ambos poder venirse.
La luz contrastaba con la oscuridad, y eso amaba el pelirrojo, el hermoso brillo del menor que a su vez en ese momento lo hacía ver erotico a su punto de vista, era como tocar el extasis, el pelirrojo tomó del pelo al menor acercándolo a su boca para besarlo fuertemente y demandante usando su lengua siendo un beso necesitado. Robándose el aire mutuamente, jugando con sus lenguas para después separarse dejando un hilo de saliva húmedo.
El pelirrojo miró profundamente al menor con sus intensos ojos rubí, y apenas cruzar miradas un destello del de ojos rubí rebotó en los azules del otro, un detalle pequeño pero importante para el pelirrojo que solo al ver ese destello sabía que el menor ya estaba ahora si completamente a su Merced, mental y físicamente.
- di que me amas
- lo amo
El pelirrojo sonrió ampliamente para besar ahora suavemente al menor, tenía ya control de la mente de este también. Y ahora nunca lo dejaría ir, y el menor nunca escaparía
- eres mío para siempre entiendes?
- lo entiendo....
El mayor río para echarse en la cama sin preocupación, miró el techo y simplemente sonrió con burla, sabía que Dios estaba enfadado por no poder hacer nada, el menor había echo un trato por su cuenta y era irrompible. Sería para la eternidad suyo y nadie cambiaría eso. Ni siquiera el menor intentaría escapar ahora.
El menor apenas descansar callo en sueño profundo para dormir, ese día su cuerpo se sentía raro ya, después de ver los orbes rubí de aquel hombre había sentido como si en ese momento hubiera renunciado a cualquier intento de escape o de esperanza, y ahora un extraño sentimiento de unión crecía en el, por alguna razón no quería separarse ahora más del mayor, miró a este por última vez antes de cerrar sus ojos y dormir, viendo su blanca sonrisa, y en lugar de ser algo lindo parecía maquiavélica.....
Ahora estaba completamente unido a ese hombre, ya no había vuelta atrás..
Asta aquí esta temática
Tocará otra
Lamento lo corto, no tengo mucho tiempo últimamente