Golden || Bajifuyu

:6:

6. "Sweet"

:presente:

No entendía, no sabía qué hacía ahí. Bueno, en realidad sí lo sabía; su amable compañera de trabajo que lo vio con aquella revista lo invitó al concierto de la Tokyo Manji que tendrían esa noche. No le quiso decir que no porque no quería ser grosero pero, ahora se estaba arrepintiendo mucho.

Las luces de mil colores hacían que los recuerdos viajaran a él, todo de aquella época en la que fue infeliz pero a la vez más feliz...ni él mismo se entendía. Los gritos, la música y las luces hacían que su mente viajará al pasado y de manera inconsciente sonriera.

―Oh ya estás sonriendo, te dije que te la pasarías bien.―su sonrisa traicionera.―¿Quieres algo de beber?

―Me encantaría pero, deja que yo pague.

―Oh bueno, me parece bien entonces, ron con coca cola por favor.―Chifuyu asiente―. Iré a nuestros lugares, te espero ahí.

Traga saliva, nervioso, y comienza a caminar hacia la barra soltando leves suspiros y evitando hacer contacto visual con las personas a su alrededor. No se quería hacer el importante pero si todas aquellas personas eran fans desde hace años, entonces había la posibilidad de que alguien lo reconociera.

Aunque vestía todo de negro con una capucha, estaban esos fans a los que no se les pasaba por alto nada.

―¡Hola amigo, ¿qué te sirvo?!

El banner como siempre tan amable, siempre eran amables.

―Ron con coca cola y una cerveza de raíz.―El hombre asiente y hace su tarea, no tarda mucho cuando alguien más llega al lado de Chifuyu empujándolo un poco pero casi haciéndolo caer.

―Lo lamento hermano.―Se disculpa aquella persona y su voz es un tanto conocida, sabe que es uno de los gemelos Kawata.―¿Te encuentras bien?

―Uh, s-sí...

Agradece al banner quién le entrega las bebidas, paga ya se va lo más rápido de ahí; si un Kawata estaba ahí, supone entonces que los Haitaini también. Aunque era lo más obvio.

Las luces se apagan totalmente y camina más rápido para encontrar a su compañera de trabajo, un deja vu aparece en su mente; es cómo la primera vez que estuvo en un sitio como ese, buscando a su ex mejor amigo con dos bebidas en las manos y cayó en garras de la persona que lo hacía feliz y triste al mismo tiempo.

―¡Hey ahí estás!―Nunca estaría más contento de escuchar la voz de su compañera como lo estaba en ese momento―. Gracias amigo, está a punto de comenzar.

Y sí.

Empezaron con Sweet, una dulce melodía que Draken había escrito para su amor imposible en ese tiempo, para Seishu. Pobre Draken, tan enamorado de un chico que no quería más que dinero, lujos en lugar del amor verdadero que Ken le ofrecía.

Pero claro, nadie sabía aquello.

Aparecieron frente a él, la famosísima Tokyo Manji, la mayoría había cambiado, no tanto físicamente sino de peinado. Aunque claro, los ojos de Chifuyu sólo veían a Baji; un Baji más alto, más fuerte con tatuajes en sus brazos –cosa que dijo no iban con su estilo- su pelo ahora estaba corto pero seguía vistiendo de negro con sus típicos anillos, collares y aretes.

Aun lograba sacar suspiros de él. Dios, lo odiaba, odiaba que aun lograba suspirar por él.

―Watching the video that you sent me
The one where you're showering with wet hair dripping
You know that I'm obsessed with your body
But it's the way you smile that does it for me