Tokyo Manji es la banda rock del momento; Chifuyu es un mesero común que un día va a una fiesta con su mejor amigo y no sabe cómo pero termina en la cama de uno de los integrantes de la banda.
Historia original.
@Los personajes le pertenecen a: Ken...
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11. words.
:presente:
Para su sorpresa, el escoger flores con su mejor amigo fue mejor de lo que esperaba. Creyó que con la presencia de Mikey ahí todo se pondría feo pero no fue así. De hecho, odiaba admitirlo pero notaba cierto cambio en el chico, quizá Takemichi tenía razón sobre eso.
Después de comprar las flores, los cinco fueron a comer, se sentía algo incómodo al respecto ya que los chicos hablaban de cosas las cuales Chifuyu desconocía. Ellos ya estaban en otras cosas cuando Matsuno apenas intentaba procesar todo.
En la tarde Kazutora fue el primero en irse, Mikey se llevó a Takemichi y al final solo quedaron Baji y él. El más alto se ofreció a llevarlo a su departamento y aceptó ya que honestamente no quería esperar en la parada del camión; después de las 7 los camiones siempre tardaban más en pasar y Chifuyu al menos quería bañarse antes de dormir.
Así que ahora se encontraban en el auto de Baji. Había un silencio algo incómodo, ninguno sabía de qué hablar con el otro, ya no tenían nada en común, aunque de hecho nunca lo tuvieron.
―¿Te la pasaste bien?―pregunta Baji. El rubio lo mira y asiente.
No se la pasó bien aunque tampoco mal. De no haber sido por Kazutora y sus tontos comentarios haciendo reír a todos quizá se hubiera aburrido en la comida.
―Mikey luce...diferente. En el buen sentido.
―Cambió. A la mala. Cuando Takemichi lo dejó él...perdió la cabeza totalmente, no creí que volverían si te soy sincero.
―Espero que ahora sí se sepa comportar.
Keisuke asiente en aquello. Quiere a Manjiro, es su mejor amigo desde que son niños y quizá en el pasado no lo reprendía por sus tonterías porque él hacía cosas peores y hacia la vista gorda pero ahora, ahora lo comprendía todo. Ahora entendía el sentimiento de Mikey cuando Hanagaki tomó la decisión inteligente de dejarlo, lo sintió en su corazón y alma cuando Chifuyu se fue.
Los dos tuvieron que perder para entender que no podían sin ellos a su lado.
―Baji.―el chico lo miró―el semáforo, está en verde.
Asintió y siguió conduciendo. Apenas condujo un poco se estacionó frente al departamento de Matsuno. No quería que se bajara, quería quedarse con él un poco más, escucharlo hablar y verlo a esos hermosos ojos turquesa.
―¿Me prestas tu baño?
Chifuyu lo miró sorprendido por aquella pregunta, quedó a medias de quitarse el cinturón de seguridad.
―Sí.
Los dos bajaron del auto, pasando por el vestíbulo y el elevador hasta llegar al acogedor hogar del rubio. Le indicó el camino al baño y Kei pasó a pasos lentos. Por dentro deseaba que al salir del baño Matsuno lo invitará a tomar el té como la última vez, que lloviera y que no hubiera forma de salir del lugar.
