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"New job"
Ғᴇʙʀᴇʀᴏ 24 7;08 ᴀ.ᴍ
Rodó en la cama y sintió algo diferente a su lado, de inmediato abrió los ojos y se dio cuenta de4 que no estaba en su cama, y menos en su apartamento. Se dio cuenta de que a su lado dormía una joven, seguro ella tampoco sabía como habían terminado allí.
Se levantó en silencio para evitar levantarla, se vistió rápidamente y salió por la ventana, por suerte su carro estaba allí aparcado, lo encendió y condució a su apartamento para arreglarse e ir directo al trabajo. Iba al menos 2 horas tarde, sin mencionar el tráfico pesado que no lo dejaba pasar, clásico en Anaconda.
Iba pensando en una excusa válida, no quería que su jefe le gritara que era un impuntual en frente de todos sus compañeros, no era la primera vez que pasaba, el jefe siempre quería humillarlo en frente de todos, un día de estos se iba a quedar sin policías que quisieran trabajar allí; rió para sus adentros con esto último.
Pensó en decir que su perro había enfermado, pero todos sabían que era alérgico a la mayoría de animales; tal vez si decía que su abuela había muerto, pero imposible hubiera muerto 7 veces en un solo mes, así que lo descartó; por último pensó en la excusa del despertador, a cualquiera le pasaba, pero lo había dicho muchas veces ya.
...
7;49 ᴀ.ᴍ
Tras largos minutos de espera y estrés, logró llegar a la estación, el jefe iba a estar muy furioso. Entró apresurado y se sentó en su escritorio simulando trabajar: Sacó algunas carpetas de criminales y puso su café sobre la mesa. Estaba hundido en sus pensamientos cuando escuchó un grito.
—¡Rogers! -llamó enfadado el principal- A la oficina, ¡ahora!
—Genial -replicó el detective con algo sarcasmo- El jefe me quiere tanto que ahora me necesita en su oficina jaja-
El llamado se levantó y caminó lentamente hacia donde había escuchado el grito, simulando no ver la cara de burla de sus compañeros.Nervioso, giró el pomo y al abrir pudo ver a su voluminoso, por no decir obeso, jefe rojo de ira.
—Jefe... el tráfico estaba muy pesado, usted ya sabe cómo es todo aquí, además mi despertador no sonó y...-se quedó callado al ver lo falsas que sonaban sus palabras, pero eso era mejor que decirle que había estado de rumba y había despertado con una desconocida-.
—Tercera vez a la semana que llegas tarde -dijo mirando con desprecio al oficial- Decimocuarta al mes, no puedo más con tu impuntualidad Rogers, voy a tener que...
