Querido secuestrador

Mañana

Capítulo 25

— Estoy muy emocionado, ya quiero saber si estoy embarazado— un alegre rubio brincaba de la emoción

— Relájate un poco Dei— su dulce novio trataba de calmarlo.

Caminaron hasta donde se encontrarían con la única chica de los Akatsuki.

— Hola— saludo alegre al pequeño niño

— Hola Konan— las mejillas de Deidara estaban rojas de la emoción

— Te revisaré solo un poco, ¿okey?— decía Konan dejándolo recostarse— y no te preocupes, seguro que habrá buenas noticias.

Konan pudo percibir aquel virus que se propaganba por todo el cuerpo de Deidara, miro con unos ojos llorosos y una sonrisa a Deidara, pero hubo una pequeña cosa que cambió, había algo diferente dentro de su cuerpo, era una linda criaturita

—¡Deidara!— grito alegre Konan— estás embarazado— se tapaba la boca con asombro

Deidara soltó lágrimas de alegría, mientas Tobi lo abrazaba. Los dos regresaban a su misión cuando se detuvieron para descansar

— Cuando nazca nuestro bebé, si el día de mañana llegó a faltar, por favor Tobi, cuida muy bien de el o ella.

Tobi lo miro con asombró

— Pero tu nunca faltaras, verás crecer a nuestro bebé, ya verás, de eso me encargaré yo— decía mientras lo abrazaba

Juntos tocaban la pancita de Deidara e imaginaban un futuro, aunque no pienses tanto en el futuro, ya que nunca sabes lo que te espera.

En otro lugar

—¿Estás feliz?

—¿Qué clase de pregunta es esa?, Claro que estoy feliz, me casaré con el amor de mi vida y tendremos muchos bebés lindos— Sai le dio una sonrisa tierna

— Pues de ahora en adelante te haré esa pregunta todos los días, y entonces el día en que contestes que no, yo moriré, porque es tu sonrisa la que me hace vivir— Shino le dio su sonrisa de niño pequeño

— Entonces nunca morirás, porque tú simple presencia me hace sentir feliz, mi beta— lo abrazo y Sai lo tomo de la cintura

— Mi omega— dijo a su oído

—¡A ver! ¡No me toqué!— escucharon unos gritos que hicieron que se separaran

—¿Qué es lo que pasa?— pregunto Shino abriendo la puerta

Se encontró con la no muy bonita vista de Kiba peleando con uno de los sirvientes

— Por favor sueltalo— pidió Shino

— Te lo dije— le saco la lengua Kiba—¿Cómo está mi lindo niño?— se paró Kiba del suelo para abrazar a Shino

—¿Qué haces aquí Kiba?— pregunto serio como siempre Shino

—¡Ay! Pero que amargado, solo venía a asegurarme de que mi querido amigo estuviera bien— no lo soltaba para nada

— Estoy bien, ahora dime a qué veniste— decía Shino intentando separarse de su agarré

— Bueno la hokage quiere vernos— Kiba lo tomo de la mano

—¿Ahora?— pregunta Shino preocupado

— Pues claro que ahora

Shino voltea a ver a Sai, quien le da una sonrisa y le asiente

— Está bien, vamos— dice Shino y así los dos caminan a la salida

Y si el día de mañana la flor muere, el calor también lo hará, extrañando su belleza.

En alguna otra parte, en alguna otra fecha

— Te regalaré un ramo de rosas— susurra un pelinegro

—¿A si? ¿Para qué?— pregunta una castaña

— Fácil, te regalaré un ramo de rosas y entre ellas habrá un falsa, cuando todas marchiten mi amor por ti se acabará— decía el azabache muy feliz

— Pero siempre quedará una porque es falsa— decía la castaña sin entender

— Si, porque cuando todas mueran, entonces, solo quedará un amor falso por ti— la castaña lo miro sorprendida

— No había pensado en eso— le sonrió— pues espero que ninguna se marchite

— Pero las flores no son eternas, me gustan mucho porque son como el amor, nada dura para siempre, el día de mañana todo acabará, las flores tendrán que marchitar y mi amor por ti se acabará.

— No me gusta como lo pones tu, mejor me quedo con la idea de que son eternas— el azabache ríe y se encoge de hombros

— Pues entonces, creé lo que quieras.

En otra parte

—¡Naruto!— gritaba alegre un azabache

—¿Itachi?— decía levemente el rubio

—Naruto— llegó hasta el y lo tomo entre sus brazos—¿Estás bien cariño?— entonces Naruto estalló en lágrimas

— Vamos a casa— susurró Naruto

— Cuídalo muy bien Itachi, ese niño es el sol del mundo— decía Shikamaru mientras acariciaba el cabello del rubio

— Muchas gracias Shikamaru, no sabía que hiba a hacer sin mi sol.

—¿Y Sasuke?— pregunto el pequeño Omega peliplata

—ah, sobre eso, Sasuke escapó, pero no logramos encontrarlo— Shikamaru se rascaba la cabeza avergonzado

— Ya veo, Itachi tu lleva a Naruto a un lugar seguro, yo iré a buscar a Sasuke— decía el omega

—¿Seguro? — pregunto el qzabay

— Si, yo voy a estar bien, no te preocupes— el azabache solo asintió y se despidió del omega

Era claro que el era el indicado para su hermano así que eso no lo discutiria. Solo habría que esperar un mañana soleado, y ya no habría problema pues el sol estaba a su lado.

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Ay como que si traía cosas tristes hoy, bueno es que estoy algo sensible, y lamento que el capítulo no esté tan largo es que 🥺 tengo un bloqueo, no tengo inspiración y últimamente ando triste y últimamente estoy enferma así que también por eso no había subido nuevo capitulo, tengo un bloqueo muy feo así que perdón, peor porfavor mis solecitos cuídense mucho