Narra Sai.
Después de enterarse el señor Aburame que no estaba teniendo una buena alimentación, ni cuidado con mi salud, pidió que viviera en su casa, que después de todo estaba basia sin Shino ahí.
Estaba acostado en la cama que antes era de Shino, sostenía una de sus chaquetas que contenía su hermoso olor, aún lo sentía cerca de mí y no quería dejarlo ir, se que está mal.
—La carta—. Susurré al ver el cajón de la mesita de noche.
El segundo cajón, repetí en mi mente, abrí el cajón y entonces ví que adentro había un diario y una carta para Naruto. Abrí el diario en la primera hoja.
—Hoy conocí a un niño muy lindo, no parece saber expresar sus sentimientos, me recuerda tanto a mí, pero me ha alegrado tanto que conociera tan bien a mi familia, por fin alguien me nota.—
Veo las demás páginas, solo habla sobre sus amigos.
—Hoy he visto a Sai otra vez, es muy lindo, debo admitir que si fuera alfa no dudaría ni un segundo en entregarme a él, pero creo que a Ino le gusta él, es mejor así, serían una linda pareja.—
Seguí viendo las páginas, poco a poco hablaban más de mí, de nuestras misiones juntos y como siempre dudaba de su amor por mí. Hasta la página en donde contaba como estaba seguro de amarme y como lo tome cuando estaba en celo. Mis lágrimas comenzaron a salir, era tan lindo conocer esa parte de él, me dí cuenta que cada página tenía otra página en blanco al lado, empecé a escribir desde el inicio lo que pensaba de él y poco a poco como me enamoraba.
—Por favor Shino, llévame contigo, aún tengo una promesa que cumplir—. Susurré al terminar de leer la última hoja.
Estaba llorando, de verdad había deseado tanto ver a Shino de traje en nuestra boda, caminando hacia el altar de la mano de su padre y poder decirle sus votos, no podía vivir sin él, mucho menos olvidarlo, siempre ocuparía todo el espacio en mi corazón. ¿Por qué todos los que amaba tenían que morir? Primero mi hermano y luego el amor de mi vida, deseaba verlo aunque fuera una vez más, aunque para ser sinceros, eso no me bastaría nunca, siempre necesitaba más de él para seguir respirando, desde un inicio, sabía que el único chico que me había interesado era él, tan hermoso y delicado, mi Omega. Solloce con el cuadernillo en mi pecho, el aire ni siquiera me era suficiente para vivir, Shino era mi todo, y si él no estaba conmigo yo tendría que ir con él.
—La carta de Naruto—. Susurré al ver una vez más la carta, no tenía ni la menor idea de como conseguir dársela a Naruto, ni siquiera lo conocía.
[...]
—¿Estás bien Dei?— Pregunta una vez más Tobi mientras vomito en el inodoro.
—Ya te lo dije, son simples náuseas matutinas—. Con extrañeza me mira.
No confía en que sean simples náuseas, desde que se enteró de mi embarazo ha estado leyendo libros de maternidad en omegas y sabe muy bien que no se puede tener náuseas a tan poco tiempo de embarazo, pero aún no soy capaz de decirle la verdad.
—¿Quieres que te traiga algo?— Toma su capa, va a salir—. Traeré algunas hierbas para un té y que tus náuseas se calmen—. Sonrió, creo que tengo un antojó.
—Unas galletas estarían bien—. Asiente y sale de la casa.
Rápidamente busco mi frasco de pastillas escondido en una caja debajo de la cama, pero está vacío, mis ojos se llenan de lágrimas. No sabría cuánto tiempo tardaría Tobi en regresar, pero mis pastillas son muy necesarias, así que tomo mi capa y me digno a salir de la casa.
Llegó a la farmacia de un hospital, trago leve al sentir el aroma a alcohol y diferentes analgésicos, el olor a enfermedad. Miro a la chica detrás del mostrador y le muestro la receta, me mira un poco confundida.
—Debe todas las pastillas en la receta—. Asiente.
—Serian ¥1800—. Saco el dinero.
Sería bueno si viera a Konan, me dirijo con prisa a la casa, pero mi vista se empieza a oscurecer.
—No, por favor no—. Mis pies empiezan a fallar y antes de que mi mente se apague mi cuerpo cae al suelo—. Tobi.
[...]
—Naru—. Susurra en mi oído Ita para despertarme.
—¿Qué pasa cielo?— Intento abrir los ojos, aunque la luz que entra por la ventana me lástima un poco.
—Te prepare el desayuno, después probaré usar mi Sharingan para ver tu vientre—. Le sonrió y tocó mi vientre.
—Estoy seguro que dentro de mí ya crece nuestro bebé—. Me sonríe y deposita un pequeño beso en mis labios.
—Aun así, es mejor estar seguros cariño, desayuna—. Me siento en la cama e Itachi pone la charola en mis piernas.
Una rosa decora el desayuno, siempre tan detallista, lo amo, lo amo como jamás amaría a alguien y ¿quién diría que me enamoraría de mi secuestrador? Mi querido secuestrador. Pruebo el desayuno, como siempre tan perfectos los huevos.
Después de terminar mi desayuno, me doy una ducha. Itachi ya me espera para probar su Sharingan y poder ver la verdad detrás de mí vientre, me recuesta en la cama.
—Asi estaremos seguros—. Cierro mis ojos y él activa su Sharingan.
Empieza a revisar mi vientre y casi al instante susurra mi nombre, desactiva su Sharingan y abro los ojos.
—Hay vida en tu vientre—. Sus ojos están llenos de lágrimas—. Dos pequeños bebés se desarrollan dentro de ti—. Mis lágrimas escurren.
—Gemelos, tendremos gemelos—. Él asiente con felicidad.
Me acerco para abrazarlo con alegria, dos bebés, me separó un poco de nuestro abrazo y le doy un beso largo y profundo.
—Gracias Naru, por hacerme el alfa más feliz del universo.
—Gracias a ti, Itachi, soy el Omega más feliz, gracias por darme dos pequeños bebés—. Roza su nariz con la mía en un pequeño beso de esquimal.
Los dos enamorados derrochaban miel, ni siquiera el mundo sabía de lo que el amor era capaz, de lo que dos almas que estaban destinadas eran capaces de hacer cuando se juntaban. Pocos saben lo que es sentir ese amor, pocos saben lo que es amar hasta que se derrita tu corazón.
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Querido secuestrador
FanfictionCaminaba tranquilamente un rubio por el bosque de la aldea, pesando "¿dónde estás Sasuke?" de pronto recordó que tenía que ir a ver a Sakura así que salió corriendo cuando algo lo golpeó por atrás Itanaru (Itachi x Naruto) pareja principal Omegaverse