Querido secuestrador

Bebés

Capítulo 24

— Ya quiero ver a tu bebé, seguro que sera igual de hermoso que sus madres.

— No es el único que espera con ansias la llegada de este bebé maestro Iruka— la rubia tocaba la pancita de la pelirosa

— Ya quiero saber que va a ser, y así poder comprarle mucha ropita— decía Sakura con alegría

— Estoy seguro de que serás una buena madre Sakura— Iruka sentía como el bebé se movía

— Muchas gracias maestro.

Los tres estaban felices admirando la pancita y hablando sobre cosas de bebés

— Cierto maestro Iruka, siempre me pregunté el porque usted nunca tuvo hijos, si usted adora a los niños— el maestro se rascó la nuca algo nervioso

— Bueno, yo realmente nunca lo intenté, ni siquiera se me pasó por la mente tener un bebé— decía, tratando de recordar el porque

—¿Y Kakashi?— pregunto Ino con rapidez

— Oh, pues... Creo que a él tampoco se le ocurrió, nunca hemos hablado de eso, además a él no le gustan tanto los niños y yo con mi experiencia con Naruto y todos los niños de la academia tengo— las dos chicas se miraron entre si

—¿Ustedes en verdad son una pareja?— pregunto la pelirosa sin medir sus palabras

—¿Ah?, Jejeje, pero que preguntas haces Sakura— el castaño agitaba su mano como gesto de despreocupado

— Bueno, nunca los he visto dándose un beso, ni siquiera tomados de la mano.

— Sierto maestro Iruka, ahora que lo recuerdo, no nos dimos cuenta hasta después de mucho tiempo, y resulta que usted estaba con Iruka desde que nosotros estábamos en la Academia, ni siquiera Naruto se dio cuenta de eso— Ino tenía una de sus manos en su mentón

—¡Claro!. ¿Y que hay de su aniversario?, Yo nunca los he visto caminar por la calle tan amorosos porque sea su aniversario, incluso recuerdo que un día era su aniversario así que les dieron día libre a los dos pero se negaron y trabajaron— Esas palabras hacían recordar poco a poco a Iruka

— Eso es porque los dos ya somos unos hombres adultos; con responsabilidades y trabajo, pero nosotros nos amamos— Ino y Sakura se miraron preocupados

— Lo que usted diga maestro Iruka— Sakura se paraba del sillón

Toda esa plática dejo pensando a Iruka, era sierto que nunca se demostraban su amor en público. Tampoco ninguno de los dos daba regalos al otro, ni siquiera en su aniversario, rara era la vez que Kakashi le daba flores a Iruka. Y peor aún, tanto tiempo juntos y aún no se habían casado. De regreso a casa, Iruka paso a comprar una botella de vino y algunas cositas más, cuando llegó a su casa le preparo una sorpresa a su amado.

— Iruka, estoy en casa— el peliplata, tenía ojeras y venía cansado

— Bienvenido— lo recibió un tierno Iruka

Con unos calzones algo ajustados y mallas de red. Se veía muy sexy en aquella ropa y Kakashi lo sabía

—¿Iruka?— se quedó sorprendido al ver a su Omega así

—¿Quieres jugar?.

Kakashi sin perder tiempo lo cargo y llevo al cuarto

—¿Por qué tan inesperada sorpresa?— pregunto de camino a su cuarto

— Solo, pensé que ninguno de los dos disfrutamos completamente de nuestra relación y pensé que esto te gustaría.

— Pues pensaste bien— dijo Kakashi dejándolo caer en la cama

Kakashi abrió un cajón, sacando lo más esperado, un lubricante y una caja de condones, el condón lo habría con la boca y luego lo tomo para ponérselo en la boca a Iruka

— Anda ponmelo— dijo con una voz ronca

Iruka se sonrojo por completo, pero pensaba complacer al completo a su alfa

— Claro, mi señor— eso último hizo sonrojar a Kakashi

En otro lado

— Bien, es hora de que nos vallamos— decía el azabache para dejar el dinero en la mesa

— Claro cariño— se paró el omega de su silla

— Quiero llevarte a un lado.

Los dos caminaron hacia el bosque, era raro. Llegaron a un lugar lleno de flores, más no verá eso lo único ya que a pesar de lo oscuro las luces de las luciérnagas lo hacían ver un lugar bastante alumbrado y hermoso

—¡Wow! Sai, esto es hermoso— miro con ojos relucientes el Aburame

— Si, este lugar es perfecto para la ocasión— suspiro Sai

—¿Cuál ocasión?— pregunto Shino confundido

— Permíteme— dijo Sai para hincarse en el pasto verdoso— Shino Aburame, ¿Quieres casarte conmigo?— Shino dio un paso hacia atrás sorprendido

—¡CLARO QUE SI! ¡BÉSAME!— Pidió entre lágrimas

Sai sonrió y se paró cargándolo y dándole un romántico beso

— Gracias por hacerme el hombre más feliz del mundo, siempre te voy a proteger, lo prometo— decía uniendo sus frentes

— Gracias a ti, mi amor— Shino estaba cubierto por las lágrimas de felicidad

— Ahora, vayamos a casa de tu papá, para pedirle tu mano, de una forma más formal.

— Claro que sí.

Los dos caminaron, a la casa del líder del Clan Aburame.

— Muchas gracias por recibirme señor Aburame— dijo Sai, muy educado

— Para nada, no tienes porque agradecer, después de todo mi pequeño Shino nunca estuvo más feliz que cuando empezó a salir contigo y espero que pronto puedan ser algo más— el Señor se sentaba en uno de sus sillones

— De eso mismo vengo a hablarle, Señor Aburame Shibi, vengo a pedirle la mano de su hijo, Aburame Shino. Le juro que conmigo a su hijo no le faltará nada— El Señor Shibi se quedó bastante sorprendido con la propuesta de Sai

— Claro que sí hijo, yo te doy mi bendición para casarte con mi hijo y confío sabiamente en ti— se paró para poder abrazar a su yerno

— Muchas gracias Señor.

— Nada de Señor, llámame papá— le decía mientras le acariciaba los cabellos— pues no hay tiempo que perder, tenemos que comenzar los preparativos de la boda del año, porque es mi hijo quien se casa— Los miro a los dos— Estoy tan feliz, de que mi bebé se valla a casar, es que crecen tan rapido— las lágrimas en sus ojos eran notarias

Pronto vendría la gran boda de año, ya que es Shino Aburame quien se casa

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QUE BONITO. Hola mis pequeñit@s, vengo a alegrar aún más sus vacaciones, espero que se la estén pasando muy bien y que estos días estén llenos de diversión. Bueno se cuidan corazones, Chau