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Vol 1 °

La luz del área seguía escondida, siendo remplazada por una tenue con el cielo oscuro. La castaña admiraba el cielo todos los días desde du llegada, no sabía si ese también era un pasatiempo que tenía antes de llegar, pero ahora era algo que le encantaba. En sus noches de no poder conciliar el sueño ella simplemente miraba el oscuro cielo hasta que comenzaba a ver luz y lograba pegar los ojos un poco, siempre decían que ella era nocturna, ella pensaba que la noche no era para dormir, sino para escuchar y admirar porque era el momento mas calmado.

Se levantó poco a poco de su lugar para dormir con cuidado de no despertar a los chicos a sus lados, porque como unos tenían un sueño profundo y roncaban, otros tenían el sueño muy ligero y con una pisada de hoja ya estaban despiertos. Fue cuidadosa de no hacer ruido y finalmente se colocó sus botas para caminar por el bosque.

Camino entre los arboles densos y las hojas que caian por el leve viento que se sentía, no era muy fan de los insectos, eso no, pero se había acostumbrado a vivir con ellos.

Termino llegando al cementerio, donde algunas tumbas yacían y los nombres de varios compañeros estaba tallados en piedra o madera. Algunas noches iba hasta ese lugar y hablaba con las tumbas, no esperaba que le respondieran, pero eran buenas escuchando. Se le hacía justo que aquellos que dieron la vida por buscar una salida o aquellos que simplemente habitaron el lugar escucharán las cosas que iban pasando, por ejemplo, ella les contaba sobre los días oscuros y buenos en el Área, también avances sobre el laberinto, algunas cosas de la cocina y muchas veces sus días.

— Hoy no vengo con avances del laberinto, pero si con uno en la hortaliza. Sarten está encantado porque salió un calabacín más verde y es más suave, Newt y Zart lo ayudaron a crecer. — hablaba suavemente hacia las tumbas. — También estoy mejorando mi puntería. Ayer maté a un cerdo desde la finca con uno de mis cuchillos — contó orgullosa de sí misma.

Después de eso un silencio se hizo presente, en donde sólo se escuchaban los sonidos que hacían aquellos bichos en el bosque. No le gustaban para nada los bichos, pero debió aprender a convivir con ellos al final.

El tiempo se le pasó rápido porque en un parpadeo el cielo oscuro comenzó a aclararse, era momento de volver. Se dio vuelta y fue hasta el lugar donde dormía, donde finalmente se acostó de nuevo y está vez si pudo cerrar sus ojos. Durmiendo plenamente está vez.

"Despierta, debes acabar con ellos" "Cambia la cara, debes ser creíble" "Inventaste esto, tu lo hiciste" "Comprime esos sentimientos, ellos no te recordarán"

— Rown. Arriba — la castaña sintió su hombro ser sacudido, cuando abrió los ojos se encontró con una cabellera roja y unas mejillas regorditas.

— Chuck. ¿Qué sucede? — le preguntó aún desorientada. Aún no salía bien el sol...

— Nada. Es que creí que no podías dormir y yo tampoco así que... — murmuró al darse cuenta que aún seguíamos entre los demás habitantes dormidos.

Le hizo una seña de que guardará silencio y se colocó las botas de nuevo. Chuck esperó pacientemente hasta que acabo de amarrarlas y después ambos fueron hasta casi la entrada del laberinto, dónde nadie escuchaba nada.

— ¿Por qué no puedes dormir, Chuck? — le preguntó la castaña al niño.

No sabía cómo decirle que estaba emocionado por no ser el novato en pocos días, porque si, el niño contaba los días minutos y horas para dejar de ser el novato del Área.

 𝗔-11 [𝘔𝘪𝘯𝘩𝘰 • 𝘛𝘔𝘙]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora