𝗔-11 [𝘔𝘪𝘯𝘩𝘰 • 𝘛𝘔𝘙]

ｓｉｘ

ＶＯＬ 1°

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— Lo primero que quiero hacer al salir es comer una de esas hamburguesas gigantes que tiene queso y esa salsa roja que es agridulce — dijo Liam sonriente. Él ya estaba haciendo planes para su futuro ahí afuera — ¿Tu? — se dirigió a Minho.

Él miró a Rown sonriendo, pero agachó la cabeza de inmediato. Liam lo notó, pero ella no.

— No lo sé, lo primero es salir — respondió simple, Liam soltó una carcajada por lo bajo — ¿Rown?

— Me gustaría ir a algún lugar con agua... Océanos. Me gustaría visitar océanos — dijo ella.

Ella recordaba vagamente los océanos. Recordaba pláticas sobre eso pero no mucho, como todo, solo eran lagunas.

Después de una corta platica Liam se levantó para ir a molestar a Sarten y que le diera un poco de comida extra para la cena, dejando a los otros dos solos, no sin una mirada y un guiño a Minho levantándole ambos pulgares, el rasgado sólo rodó los ojos sonriendo apenado.

— Cuando salgamos podríamos visitar el océano juntos... O algún mar. ¿Es lo mismo? — dijo Minho hacia ella.

Ella sonrió, esa idea le gustaba. No, le encantaba.

— Casi es lo mismo, pero cualquiera funciona para mí... Pero oye, no respondiste que es lo primero que quieres hacer al salir — respondió ella acercándose más a Minho, coloco ambos codos sobre la mesa donde estaba el mapa del laberinto, apoyando su barbilla sobre sus manos.

Minho pensó en decirle la verdad... De verdad que lo pensó mucho, aunque no sabía si era momento.

— Me gustaría acompañarte a ver el mar — respondió sonriendo. Ella fue su espejo, mostrando sus dientes hacia él y sus mejillas subieron.

Ella camino a Minho quien se puso rígido cuando ella llegó frente a él.

Puso ambas manos a sus lados, él seguía en su lugar sin mover un dedo, lo ponía nervioso.

Su cara estuvo muy cerca de la de él y pensó que... Que su sueño se cumpliría. Y casi fue así, le dio un beso, pero no en los labios, sino en la mejilla.

Oh.

— No lo digo a menudo, pero me encanta tenerte, Minho — murmuró ella en su oído después de abrazarlo fuertemente. Él aceptó gustoso con una sonrisa boba en sus labios.

No supieron cuando tiempo pasaron así, nadie tomó el tiempo, sólo lo disfrutaron.

Hasta que ella se separó primero, él dio un respingo, se estaba acostumbrando al calor de ella sobre él. Rown camino hacia atrás y se sentó en una de las sillas que había ahí.

Minho carraspeo antes de hablar.

— Tengo que hablar contigo, Rown. — habló serio.

Ella asintió.

— ¿De qué? — preguntó poniendo toda la atención en el pelinegro.

— No quiero no salir y ni decirte esto, aunque yo creo que ya lo sabes — comenzó a decir mirándola a los ojos — no quiero quedarme aquí toda la vida y que tu no lo sepas, así que...

— ¡ROWN! — ambos escucharon el grito de Chuck.

Ella salió alarmada pensando que le paso algo al niño, sin embargo lo encontró riendo mientras la jalaba de la mano.

Ella sonrió al ver a aquella chica que al parecer había despertado ya de su sueño, lanzando rocas a todos.

Minho y ella corrieron hacia dónde estaban los otros.