How to punish an Aristocrat [Ciel Phantomhive x Fem!reader] ©RoseSanae55

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Aquella mañana fue extraña para todos, el mismo Ciel Phantomhive había cambiado de la noche a la mañana. Devolvía saludos, lanzaba negativas con una sonrisa en el rostro, ni siquiera se irritaba ante la presencia de su prima, quien quedó tan estupefacta con el radical cambio que no pudo sino alejarse creyendo que habían suplantado al Ciel que conocía.

___ se enteró de ello y hasta lo corroboró con sus propios ojos, pero no entendía a qué se debía tanto cambio de un día para otro. En un inicio creyó que era por lo que había dicho en su carta y que lo hacía solo para hacerle pensar que podía cambiar cuando quisiera, lo cual no era una idea poco acertada, pero hacerlo solo para convencer a alguien no era la mejor de las opciones. Pero la idea fue desapareciendo con el paso de los días, la actitud del apellidado Phantomhive fue cosa de un día o dos, literalmente, duró la semana entera. Comenzaba a creer que en serio estaba cambiando, por lo que decidió acercarse una mañana y saludarle para comprobar por sí misma que Ciel realmente estaba dispuesto a cambiar. El de urbes azulados quedó estático cuando esto ocurrió, no pensó que realmente Sebastian tuviese razón en que debía cambiar su forma de ser.

-Buenos días _saludó la peli___ con una leve sonrisa para luego rebuscar sus libros y demás en su casillero_

-Buenos días _musitó Ciel, no sabiendo qué otra cosa decirle ya que no lo esperaba. Se estableció un silencio algo incómodo entre ambos, pero finalmente el pelinegro decidió romperlo de una vez tras rebuscar en su cabeza ideas decentes para entablar una conversación normal_ ¿Quieres que te ayude con esos libros? _cuestionó, viendo que era una buena cantidad la que debía cargar, aunque ella estaba acostumbrada a ello_

-No es necesario, yo puedo hacerlo, es algo que hago todos los días _negó con amabilidad mientras cerraba como podía la puerta de su casillero, no obstante, Ciel no esperó una respuesta positiva por su parte y aún así retiró los libros de sus manos y los llevó en las suyas_

-Igualmente, no puedo dejar que cargues con todo esto. _dijo y sonrió para luego comenzar a caminar sin darle tiempo a exigir la devolución de sus cosas. Sin más, ___ tuvo que aceptar que Ciel llevase los libros viendo que este no iba a dejarse ganar tan fácilmente_

-Gracias, supongo...

Era demasiado raro para ella verle de aquella forma, se comportaba demasiado diferente, aunque seguía siendo un tanto engreído cuando había chicas cerca, pues a veces se negaba a hablar con algunas y se iba de mala manera. Igualmente, ella misma sabía el tipo de personas que eran, Ciel les estaba dando un trato justo y necesario, por lo que era algo que no podía reprocharle. En cambio, con ella estaba siendo demasiado atento, estaba totalmente pendiente de ella. Al menos en lo que estuvo cerca suyo durante el transcurso del día luego de que cada quien fuese a su salón para recibir sus respectivas clases.

Cuidaba que no tropezara, cargaba sus cosas, le hacía favores sin que lo pidiese siquiera, un día incluso dejó flores en su asiento del salón con una nota de buenos días sumamente detallada. Debía admitirlo, estaba siendo un muy buen chico y el propio Ciel veía sus resultados. Como prueba de que su esfuerzo valió la pena, ___ había dejado de evitarle y hasta parecía estar bien con su presencia. Todo iba sumamente perfecto y más teniendo en cuenta que Elizabeth no metía su nariz en ello, pero para no bajar la guardia y dejar que todo se echase a perder, decidió hacer algo la siguiente mañana.

-Disculpa, creo que no escuché bien _dijo la peli___ cerrando la puerta de su casillero luego de haber saludado al pelinegro al llegar al centro_

-Pregunté si te apetecía salir conmigo. A donde quieras, el lugar es lo de menos, puede ser cuando sea que tengas tiempo _habló en de hebras azabache en repetición de las palabras previamente dichas_

-Bueno... No es que no pueda pero... ¿A qué viene esto ahora?

-¿Tiene algo de malo? Solo es una salida, si no quieres está bien, puedes negarte.

-No es eso, Ciel, no es que no quiera... Hay miles de chicas aquí, todas más aptas que yo para pedirle una salida.

-Inclúyete en ellas y date por elegida. Las demás ni me interesan, sino, no estaría pidiéndote esto a ti.

Sus palabras le tomaron por sorpresa, estaba muy, muy confundida. Demasiado para su gusto. Permaneció pensativa por varios instantes, en cambio, Ciel estaba nervioso, y mucho. Tanto que hacía un esfuerzo sobrehumano por controlar sus nervios para que su corazón no acelerase de más su flujo sanguíneo y que este le dejase la cara tan roja como un tomate en pleno tiempo de cosecha. Casi pensaba que la respuesta no iba a llegar nunca, y eso que solo habían pasado 40 segundos.

-Bueno, si tanto insistes no tengo de otra. ¿Te parece bien que sea el sábado? Me gustaría acabar mis tareas antes de hacer otra cosa.

-¡Claro que sí! _exclamó ante la felicidad que le produjeron sus palabras, arrepintiéndose luego por la expresión de sorpresa que mantenía la fémina. Carraspeó un poco y arregló su postura_ Quiero decir, claro, no hay problema, esperaré con ansias que llegue pronto ese momento.

Internamente, ___ tenía unas ganas inmensas de reír por su primera reacción, pero externamente solo mantenía una sonrisa amable en el rostro. No sabía que quería tanto salir con ella, se le hacía algo tierno, pero ver algo así del mismísimo Ciel Phantomhive era algo relativamente gracioso, pues es algo que nadie esperaría. Luego de la pequeña charla, cada quien se fue a su respectivo salón para comenzar su horario de clases, esperando terminar cuanto antes. Por su parte, Ciel estaba maquinando en su cabeza mil y un planes que pudiesen ser adecuados para la ocasión, pero, de nuevo, había metido la pata al no preguntar lugar y hora de encuentro para la salida aquel fin de semana. Maldijo internamente y revolvió sus cabellos frenéticamente recalcándose lo idiota que era. De igual modo, ya tendría tiempo de preguntar, más ahora que las cosas habían tomado cambios relativamente positivos.