Touch; JeongCheol

Choi SeungCheol y Yoon JeongHan

SeungCheol estaba preocupado. Tenso.

Todo pareció ir, ¿normal? No estaba seguro de que estaba ocurriendo exactamente y el por que JeongHan no parecía estar volviéndose loco como él. Era extraño.

Desde lo ocurrido en el baño aquella ocasión, SeungCheol sentía una enorme necesidad de estar sobre JeongHan todo el tiempo, ahora apenas se tocaban y pocas veces habían cruzado palabra, aunque tendría que estar agradecido de seguir mínimamente relacionado con JeongHan luego de lo qué pasó entre ellos, era mejor que ser ignorado como lo había sido antes. Pero no era suficiente.

Dios, debía estar loco pero quería que se repitiese.

Cada noche se despertaba después de soñar que atrapaba a JeongHan contra su cama y tomaba su polla en su boca lentamente hasta hacerlo correrse desordenadamente, con una expresión de puro placer y extasis como esa vez. Había tenido que encargarse de algunas erecciones poco convienetes por la mañana.

Quería tocarlo, aspirar el aroma de su piel, poner una mano perezosa sobre su delicada cintura (era bastante esbelto y delgado, lo cual le fascinaba en cierto modo), abrazarlo por los hombros, tocar sus muslos suaves y apretarlos en sus manos sin perderse su reacción. Quería tocarlo desesperadamente pero ahora SeungCheol solo podía mirar de lejos.

JeongHan tal vez solo estaba tratando de olvidar lo que había ocurrido entre ambos, después de todo, ¿no le gustaban únicamente las chicas?

Pero tú lo viste, como su polla reaccionaba a tu mirada, como se hinchó en tu mano y se soltó en tus manos, como solo algunos toques y miradas fueron suficientes para sumirlo en un gran placer, ¿de verdad un chico heterosexual reaccionaria de esa forma tan intensa al ser masturbado por un amigo?

SeungCheol se estaba volviéndolo loco.

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Luego de tomarse una ducha después de la última práctica de esa noche, SeungCheol no sabía que hacer.

No estaba lo suficientemente cansado como para irse a dormir, después de una dura práctica nocturna y regresar a los dormitorios, la mayoría de miembros fueron a dormir a sus habitaciones, unos pocos que gustaban de la vida de noctámbulos estaban o en el gimnasio o jugando videojuegos en la comodidad de sus habitaciones.

Pensó que sería buena idea ver una película, tal vez cualquier cosa que estuviesen pasando por la televisión por cable sería entretenido y quizás con suerte lo adormecería para tener un merecido descanso.

Cuando fue hasta el salón después de haberse vestido y secado el cabello, se quedó estático cuando se dio cuenta de que alguien más había pensado en lo mismo que él.

JeongHan, JeongHannie, estaba sentado en el sofá más grande mirando un programa nocturno en la televisión, fue ese momento que pudo permitirse observarlo por unos instantes.
Lucía cansado, tenía ojeras y parecía necesitar un merecido descanso, no entendía por que se encontraba así pero se odio bastante por no haberse dado cuenta antes de su estado por su maldita locura sexual. Tenían la misma edad, pero JeongHan seguía siendo su responsabilidad.

—¿Puedo sentarme?—preguntó directamente esperando al menos una respuesta de más de tres sílabas, algo diferente a los monosílabos con los que se habían estado respondiendo mutuamente los últimos días.

JeongHan lo miró con una expresión peculiar, no sabía exactamente qué significaba pero parecía estar apunto de llorar, sabía que era sensible pero... oh Dios, ¿y si lo odiaba tanto que no soportaba su presencia?

—Claro—respondió simplemente antes de que SeungCheol se volviera loco nuevamente. Rápidamente se sentó sin pensarlo en frío demasiado tiempo, y ahí estaba, sentado a su lado mirando un programa. No habían estado tan cerca en mucho tiempo, o a lo que a él le pareció mucho.