Capítulo 3 - Cómplice.

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Quizá sería la única noche fría en Inspiria del Sur, el aire fresco viajaba por las callejuelas de tierra, levantando el polvo y danzando con él

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Quizá sería la única noche fría en Inspiria del Sur, el aire fresco viajaba por las callejuelas de tierra, levantando el polvo y danzando con él. La hojarasca participaba en aquel baile, tímido y tranquilo.

Era común que dentro del almacén se escucharan voces, pasos, cortinas y uno que otro ruido extraño, los científicos siempre anotaban datos cambiantes en los pacientes. Pero esa noche, algo llamó la atención de Néfereth. La exclamación de Fordeli había sido genuinamente de molestia e impotencia. Al estar cerca de la puerta, pudo escucharlo con claridad.

—¿Todo bien? —agregó solo al ver a Fordeli salir del hangar, especialmente por la respuesta que había proporcionado.

—Néfereth —contestó, y su tono de voz fue gravosa, algo ocultaba y preocupaba, era tanto el cambio, que el caballero pudo sentir la incertidumbre.

—No me gusta esto.

—Es cierto, puede que no te guste, pero necesitas escucharme. —La seriedad en el rostro del científico colocó en Néfereth una sensación pasmosa y angustiante.

—En serio no me gusta cómo suena. —Por inercia, colocó su mano en la lustrada espada.

—Solo quiero que te tranquilices, a ninguno de los dos nos conviene un escándalo.

—¿Escándalo? ¿De qué habla?

—Si te tranquilizas, podremos hablar. —Fordeli se cruzó de brazos y manifestó una actitud de soberbia, algo que no le quedaba en aquel momento.

—Escucho, pero si no me gusta, terminaremos mal.

—Necesito que entres y veas lo que sucedió.

Las palabras le resultaron sospechosas, pero más que esa primera impresión, le causaron nervios.

—Está bien —mencionó.

Ambos entraron al laboratorio, el enorme lugar se dividía entre veinticinco y treinta habitaciones. Todas se desplegaban en la parte izquierda, al centro y fondo del almacén, mientras que, en la parte derecha, estaba todo el equipo de investigación. Allí, los científicos pasaban la mayor parte del tiempo.

AMANTES EN HIERRO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora