21.

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-Muy bien, ¿todos listos?- peguntó Emilio a los demás, su hermana lo miró con una sonrisa de oreja a oreja y Dani daba brinquitos de alegría.

-Sí, ya estamos todos.- le dijo Joaquín con una sonrisa, Emilio le correspondió, dio media vuelta y abrió la у puerta, desayunarían cerca, en un pequeño restaurante acogedor y familiar, ese día había amanecido un poco frío, así que todos llevaban una sudadera o una chaqueta abrigadora, en el caso de Dani, era una chamarra un tanto grande, Emilio tenía miedo de que su resfriado empeorara.

-Bien, entonces vámonos.- les dijo y emprendieron el camino hacia su destino, Joaquín llevaba de la mano a Daniel y éste lo sujetaba con fuerza, Romina y Emilio iban unos pasos más adelante, platicaban muy animadamente.

-Oye Dani- le susurró Joaquín al pequeño, él lo miró con sus enormes ojos. -No le digas nada a tu hermano sobre mi sueños ¿vale?- le pidió con una sonrisa. -No quiero que se preocupe.

-Está bien.- le respondió con alegría, caminaron unos metros más y a Daniel se le ocurrió preguntar: -Joaquin, tú, ¿quieres a mi hermano?- dijo en voz baja, aunque no había de qué preocuparse, Emilio y Romina no los escuchaban.

-¿Por qué preguntas?- Joaquín comenzó a sentirse nervioso, y al ver que el pequeño no le daba una razón, decidió contestarle. -Sí Dani, si lo quiero, después de todo es mi mejor amigo.- le sonrió.

-No pero...- se quedó callado por un momento. -¿Estás enamorado de él?- su pregunta fue muy directa.

-¿Q-qué?- la voz de Joaquín temblaba, y sus mejillas habían comenzado a ponerse rojas.

-Bueno es que, cuando te pregunté qué es "enamorado", tú dijiste que quieres estar todo el tiempo con esa persona, y todo el tiempo eres feliz, y además dijiste que quieres lo mejor para esa persona.- Dani lo miraba detenidamente. -No quieres que Emilio se preocupe, y quieres estar con él.- se sorprendió ante la lógica del niño.

-Dani, te contaré un secreto, pero debes prometerme que no se lo dirás a nadie.- el pequeño asintió. -¿Lo prometes?-

-Sí, no se lo diré a nadie.- le dijo emocionado.

-Bien, bueno. Tienes razón, yo quiero mucho a tu hermano, y estoy enamorado de él, pero no podemos estar juntos.-

-¿Por qué?- la duda se instaló en el semblante de Daniel. -Las personas que se quieren deben estar juntas ¿no?- Joaquín sonrió.

-Sí, pero a veces no se puede, y en este caso, los dos somos hombres.- suspiró.

-No entiendo, ¿dos hombres que se quieren no pueden estar juntos?- le preguntó, ansioso de una respuesta.

-Si pueden pero, las dos personas deben sentir lo mismo ¿no crees? Tu hermano, yo no sé lo que siente hacia mí, sus sentimientos y los míos pueden ser diferentes.-

-¿Cómo lo sabes? ¿No será mejor preguntarle?- Dani estaba a punto de decirle a Joaquín lo que su hermano le había confesado pero le había dicho que guardaría el secreto, y un secreto, según le había explicado Emilio, era algo que no se contaba.

-Jaja, no es tan fácil Dani, hay personas como yo, que tenemos miedo a decir lo que sentimos.-

-¿Miedo por qué?-

-Porque, no queremos que los demás nos lastimen.- "y confesarme a tu hermano,es como darle las armas para destruirme" pensó Joaquín mientras dirigía una mirada a Emilio.

-Emilio .- dijo Dani sorprendiéndolo. -Él...- "No le digas nada quiero que sea una sorpresa" recordó las palabras de su hermano. -Nunca te lastimaría- fue lo único que dijo el pequeño.

Juguemos a ser novios [Emiliaco](adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora