Juguemos a ser novios [Emiliaco](adaptación)

26.

-¡¿Qué demonios piensas que estás haciendo?!- le dijo Alfonso a Armando. -Te pedí que te acercaras a su hijo, no que fueras persiguiendo a alguien que seguro te odia.- Armando contuvo un momento la respiración para tratar de relajarse y no gritarle a su padre.

-Tú lo sabías, sabías que él estaba en la misma universidad y no me dijiste nada.-le recriminó con voz dura, su cuerpo había comenzado a temblar de tanto coraje contenido. Desde el día que había visto a Joaquín, no había parado de buscarlo y vigilarlo para pedirle que lo perdonara y que escuchara sus razones, pero al igual que Emilio, nunca lo encontraba, y sabía muy bien que estaba en desventaja con Emilio porque él sabía dónde vivía Joaquín, en cambio Armando no.

-¿Y qué sentido habría tenido decírtelo?, sí, lo sabía, pero no dije nada porque supuse que era muy difícil que lo encontraras ya que son de carreras diferentes.- dijo su papá, Armando apretó los dientes. -Concéntrate en tu tarea con el hijo de Mauricio.- fue lo único que dijo y se sentó en el sillón de su estudio.

-Imposible, no puedo hacerlo, menos ahora que sé que puedo recuperar a Joaquín.- dijo en voz baja, Alfonso comenzó a reírse de manera ruidosa, su hijo lo miró extrañado.

-Armando, Armando, Armando...hijo, eso nunca sucederá.- se miraron a los ojos, Armando frunció un poco el ceño. -Él te odia, jamás podría perdonarte lo que le hiciste.- sintió una punzada en su pecho, ya lo sabía de sobra, pero aún tenía un poco de esperanza.

-No es como si yo hubiera querido hacerle lo que hice.- le respondió su hijo. -Tú me obligaste a dejarlo...- poco a poco iba subiendo el tono de su voz. -¡ME AMENAZASTE CON LASTIMARLO SI NO LO DEJABA!- le gritó con lágrimas en los ojos y al instante sintió un nudo en su garganta.

"Lo se"pensó Alfonso con remordimiento, él también estaba lastimado. "Debía encontrar algo para lastimarte a ti y que comenzarás a odiarme para que me hubieras caso en todo."

-Lo sé- le dijo tratando de sonar lo menos culpable posible, se levantó de donde estaba y caminó hacia у el ventanal que estaba a sus espaldas, observó el jardín de su casa y después miró al cielo. -Haz lo que te pido- ante Armando sonaba seguro, pero en realidad quería echarse a llorar en ese mismo instante. "¿Que ganó con querer vengarme?"pensó Alfonso y al instante recordó aquel besó lleno de pasión y remordimiento que le había dado Mauricio.

-Con tu permiso.- respondió su hijo con rencor en su voz y azotando la puerta al salir, Alfonso se encogió de hombros al escuchar el estruendoso sonido.

"¿Que ganó con lastimar a los demás?"cerró su manos en puños y sus uñas quedaron clavadas en su palmas, lastimándolo. "Pero no puedo olvidarlo,lo he intentado..."

-¡LO HE INTENTADO MALDITA SEA!- le dio un golpe al cristal, sus nudillos quedaron rojos por la fuerza que había utilizado, de su garganta salió un gemido ronco y se tiró al suelo.

"Todavía te amo,te amo...odio amarte tanto Mauricio"pensaba mientras recordaba con bastante claridad las últimas palabras que le había dicho antes de que lo abandonara.

"-Es mi obligación casarme con ella, lo siento- le había dicho en voz baja mientras le acariciaba la mejilla para reconfortarlo. -Es mi prometida, y está enferma, no puedo abandonarla..."

-Me abandonaste a mi- dijo con la voz ronca y con la manga de su saco negro se limpió las lágrimas. -Qué patético-soltó una risita y se levantó. "Debo ser un desastre ahora mismo" pensó Alfonso, se llevó las manos a la cara y suspiró varias veces para tranquilizarse, debía seguir con sus planes, quería lastimarlo, quería que Mauricio sintiera un poco de lo que él había sentido cuando lo abandonó, y eso solo podía lograrlo lastimando a la persona que más quería, y ese era Miguel.