24.

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Joaquín desayunaba en compañía de su madre, no le había despegado la mirada desde que había llegado de sus vacaciones. Pasaría todo el domingo con ella, así que tal vez en el transcurso del día podría preguntarle acerca de su padre; es decir, nunca había tenido tanta curiosidad como ahora, y necesitaba respuestas.

-¿Qué pasa hijo?- le preguntó su madre con una sonrisa.

-Nada, nada- contestó Joaquín inmediatamente, su mamá soltó una risita.

-Hay Joaquín, soy tu madre, te conozco- lo miró directamente a los ojos. -No me has despegado la vista desde hace un buen rato, ¿pasó algo?.- volvió a preguntarle. Joaquín titubeó un poco antes de hablar.

-Es solo que, hace unos días en casa de Emi, vi una fotografía.- comenzó a decir Joaquín, su mamá esperaba a que continuara. -En ella estaba mi papá con el señor Rogelio.- dijo en voz baja, Elizabeth abrió un momento sus ojos en sorpresa y después sonrió.

-Así que era eso- dijo suspirando. -Debió ser la que les saqué una semana antes de que nos graduáramos de la universidad- sonrió con melancolía.

-¿T-tú, conocías desde antes al padre de Santiago?- le preguntó su hijo sorprendido.

-Éramos muy buenos amigos, los tres, desde la secundaria- le dijo su mamá. Joaquín, emocionado de saber más sobre el pasado de sus padres y la gran coincidencia con el padre de Emilio, comenzó a hacerle preguntas a su mamá.

-¿Y por qué yo no lo conocía si eran tan buenos amigos?- quiso saber, su mamá desvió un momento la mirada y su mirada se tornó triste.

-Rogelio, se separó de nosotros en cuanto nos casamos, solo asistió a la boda y después de eso no volvimos a verlo. A veces nos llamaba solo para saludar, pero nada más.- le dijo su madre, aunque, en realidad solo le había llamado a ella de vez en cuando y después dejó de hacerlo.

-¿Por qué se separaron?- Elizabeth suspiró y supo que no podía guardarse esa historia por más tiempo.

-Joaquín- guardó silencio un momento. -Cuando estábamos en la secundaria, mi amistad con tu padre fue la primera en formarse, él no era muy abierto con las personas, nunca conoció a sus padres.- le dijo su mamá.

-¡¿Qué?! ¿Mi papá era huérfano?- su mamá asintió y lo miró con tristeza. –Era un chico muy solitario, y tímido al principio, pero cuando Rogelio comenzó a hablarle, las cosas empezaron a cambiar. La amistad de tu padre y el de Emilio solo pudo ir en aumento con cada día que pasaba, es como si yo me hubiera quedado en tercer plano- sonrió Elizabeth.

-¿Qué fue lo que pasó? le preguntó su hijo.

-Amor, eso fue lo que pasó- le contestó su madre. -Yo estaba enamorada de Rogelio.- Joaquín se sorprendió por lo que le había dicho su madre. -El verdadero problema, fue que los dos amigos, se enamoraron de la misma persona.- habló su madre en voz baja.

-Pero, no entiendo. Si tú estabas enamorada del señor Rogelio y él de ti, entonces, ¿por qué...?- no pudo formular su pregunta.

-¿Por qué escogí a tu padre?- le dijo Elizabeth con una sonrisa, Joaquín asintió.

-Sebastián, era un chico solitario, también me gustaba pero, lo elegí porque tenía miedo de que volviera a quedarse solo y esta vez jamás volviera a recuperar su sonrisa.- la voz de Elizabeth era triste. -No pensé que a pesar de todo, su mirada se volvería triste estando a mi lado.- una lágrima recorrió la mejilla de su mamá, Joaquín no supo qué hacer.

-¿Por qué lo dices?-

-Perder una verdadera amistad, sobre todo una como la que tenían Rogelio y tu padre, es bastante doloroso, no me imagino a las parejas que comienzan siendo amigos y después se enamoran, si llegaran a perder lo que tienen, tanto la amistad como el amor se acabaría.-

Juguemos a ser novios [Emiliaco](adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora