Juguemos a ser novios [Emiliaco](adaptación)

29.

Emilio sopesó varias veces la idea de llamar a la puerta pero justo cuando estaba a punto de tocar, se arrepentía y volvía a meter las manos en sus bolsillos.

"No querrá verme,lo se"pensó con dolor, se llevó la mano al pecho, con cada día que pasaba, sentía que su corazón se detendría y dejaría de existir. Respiró hondo y tocó la puerta, у inmediatamente volvió a ocultar su mano en el bolsillo de su pantalón.

-¡Emi!- dijo la madre de Joaquín, y al verla, su decepción fue digna de ver, trató de sonreír pero falló completamente.

-Hola señora...- se le quebró la voz, Elizabeth sonrió y sintió una punzada en el pecho. -Yo, solo pasaba por aquí y...-

-No está en casa, lo digo en serio.- le dijo con amabilidad, las otras veces le había mentido porque Joaquín se lo había pedido, pero esta vez era verdad.

-Bien, volveré luego.- se forzó a sonreír y dio media vuelta para ir a su casa.

-Emi- lo llamó Elizabeth, el no quiso voltear, en cualquier momento, las lágrimas que habían comenzado a formarse en sus ojos empezarían a salir. Dale tiempo escuchó que decía la mamá de Joaquín y solo у asintió. -No es fácil para él- se quedó callada un momento. -Dale tiempo- volvió a decirle, Emilio formuló un silencioso "si" y se fue a su casa,antes de entrar, se limpió los ojos y respiró varias veces para calmarse.

-¡EMI!- dijo su hermano pequeño mientras corría hacia él y lo abrazaba.

-Hola Dani- le dijo con una sonrisa fingida. -¿Dónde está papá?- le preguntó.

-Aún no llega, pero la cena ya está lista.- le dijo emocionado el pequeño.

-Bien, dile a mamá que cenaré en mi habitación.

-¿Otra vez?- la decepción en la voz de su hermano hizo que riera un poco pero al instante sintió una punzada en su pecho y desvió la mirada. -Lo siento enano, tengo tarea que hacer.- mintió, Dani lo miró un instante y después sonrió.

-Está bien, le diré a mamá- fue corriendo a la cocina y casi al instante regresó con él para decirle que su mamá había aceptado y enseguida fue a la sala para seguir viendo la televisión, Emilio fue hasta la cocina para saludar a su mamá.

-Ya me dijo tu hermano que cenarás en tu habitación, enseguida te llevo la cena- le sonrió, Emilio asintió y se sentó un momento.

-Mamá, ¿sabes a qué hora llegará mi papá? Quiero preguntarle algo-trato de sonar lo más tranquilo posible.

-Me parece que mañana la empresa de su jefe se reúne con algunos ejecutivos, están arreglando los últimos detalles- dijo su madre. -No creo que llegue a cenar, pero mañana antes de que se vaya puedes hablar con él- le sonrió.-

-¿Irá mañana también? Pero es sábado- dijo Emilio.

-Creo que el dueño de la otra empresa solo podía mañana, por eso la reunión será mañana, y ya que tu padre es el abogado del señor Mauricio, es su obligación asistir. suspiró Niurka, a veces creía que su marido se obsesionaba con el trabajo.

-Claro- se rio sin ganas. -Voy a mi habitación le dijo a su madre, ella asintió, pero antes de subir las escaleras, fue al despacho de su papá, quería confirmar algo. Entro de manera sigilosa y cerró la puerta, se dirigió hasta el escritorio de su padre y sacó la foto que una vez había tirado por accidente y Rogelio lo había regañado, así que después de eso jamás se volvió a acercar a ella.

"Sebastián" pensó Emilio mientras se dedicaba a observar la fotografía de su padre y el que había sido su mejor amigo.

-Es como si hubiera nacido otra vez.- susurró. -A excepción del cabello, el de Joaco es castaño como el de su mamá.- sonrió un poco y volvió a dejar la foto de donde la había sacado, suspiró y esta vez fue hasta su habitación, ya hablaría con su padre mañana, se aseguraría de hacerlo, no soportaba no saber nada.