Puedes enamorarte de cualquiera, pero... ¿De tu mejor amiga tal vez?
¿Te lo imaginas?
¿No?
Bueno, Marcy Wu no esperaba enamorarse de su mejor amiga, pero uno no elije a quien amar, lo que si se elije es como enamorar aquella persona especial.
Wu el...
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- Mayo.
- "Eres una persona muy dulce W. Tu me causas curiosidad, enserio quiero conocerte, me gustaría saber quien se esconde detrás de todas aquellas cartas, flores, palitos de helado y mis chocolates favoritos.
Te agradezco inmensamente por tu regalo del otro día, hasta ya te has ganando a mi madre.
Att: A. S. B."
Muy bien, Boonchuy lo admitía, debió reunir toda su fuerza de voluntad para poder escribir eso, pero lo que no va admitir, es que se quedó junto con sus amigas esperando a que la chica viniera y recogiera ahora su carta, lamentablemente para ella, eso nunca pasó.
Y afortunadamente para Marcy, ese día tenía el club de Ajedrez, por lo tanto se quedaba hasta más tarde y podía ver sin problema la carta sin que la castaña lo notara, ahora lo malo, es que Sasha también se quedaba.
- ¡Sasha! ¡Me escribió una carta! - Grito con alegría - ¡Me escribo un carta! ¡Esta funcionando! - feliz era quedarse poco para lo que sentía Wu en estos momentos.
- Ya tranquila enana - dijo riendo por la gran sonrisa que tenía la chica en la cara - ¿Ves? Te dije que las cartas era una muy buena idea.
Marcy la miró mal, la rubia sólo sonrió con burla, pero no le dijo nada, al fin y al cabo la oji-azul le ayudó hacer todas las flores de cartulina y papel, no era nada fácil hacerlas.
Por el momento la operación "Marcanne" (Sasha puso el nombre) va de bueno a muy bueno.
No lo iba a negar, Sasha nunca se vio ayudando a Marcy a conquistar a su mejor amiga, nunca se vio a ella ayudando a su antiguo interés amoroso a conquistar a SU mejor amiga.
Y Marcy no se vio haciendo cartas y colaborando con la chica la cual alguna vez le gustó.
Porque aunque Anne nunca lo supo, hubo algo entre ellas dos a sus 14 años.
Y aún que no funcionó, eso no afectó sus lazos.
[...]
Mierda, Marcy iba a matarla, no debió confiarse, debió ser más precavida.
-Anne, no entiendo de lo que hablas - respondió Sasha nerviosamente a la pregunta que la castaña había hecho
- Oh, si sabes perfectamente de lo hablo Waybrigth - dijo interrogando a la rubia.
- No, claro que no lo sé.
- Te vi dejar una carta en el casillero -la oji-azul sudo frío -Sasha, se que no eres tu, tu te lanzas directamente, no eres precavida.
Se conocen muy bien.
- Tal vez y si sepa... - dijo en un murmuró mientras evitaba la mirada de la contraria.
