Encarcelado en el pasado

Capítulo 26: Todos los caballos voladores

Peverell Beach House, 12/3/1983, 19:49

Harry salió de la chimenea a la casa y esperó pacientemente a que Bellatrix pasara.

Habían ido a visitar a los Malfoy ya cenar, Sirius y el pequeño Harry habían estado allí, así como la familia Tonks.

El yo más joven de Harry estaba tan embelesado como Draco cuando Harry conjuró otro de esos dagones voladores de peluche para que jugaran, Tonks solo frunció el ceño, si las miradas pudieran matar, el dragón habría estallado en llamas.

Narcissa le había pasado subrepticiamente una bolsa de cuero que contenía un rollo de pergamino, un traslador y tres dosis de poción multijugos para la tarea que había acordado completar el próximo mes.

Todavía no estaba emocionado por aceptar el trabajo, pero sabía que era necesario para la seguridad de su familia.

La última semana había sido bastante interesante, Harry y Newt habían pasado toda la semana observando a Bertha y sus polluelos, y los dragones bebés habían triplicado su tamaño desde que nacieron. Harry había observado que le estaba saliendo el primer juego de colmillos.

El otro gran cambio fueron sus alas, cuando nacieron las alas de los pollitos parecían demasiado grandes para su cuerpo, ahora sus alas parecían demasiado pequeñas en proporción a su cuerpo.

Newt había explicado que durante los primeros seis meses de sus vidas, su cuerpo experimentaría un gran crecimiento mientras que sus alas permanecerían del mismo tamaño que cuando nacieron. Después de que los polluelos comenzaran a producir llamas, sus alas comenzarían su propio ciclo de crecimiento, aunque tomaría al menos otro año hasta que sus alas crecieran al tamaño adecuado para que el dragón tomara vuelo.

Regresarían al bosque prohibido la próxima semana, ya que Newt quería ver qué tan bien le iba a Harry con los animales salvajes de manada. Harry esperaba que el primer animal en esa lista fueran los hipogrifos, pero sabía que eso era poco probable ya que le había confiado a Newt su experiencia con hipogrifos y thestrals.

Harry había invertido en algunas herramientas del oficio, compró un par de omnioculares gigantes, ya que serían útiles para muchas cosas, así como ropa más duradera, ya que había arruinado tres juegos de túnicas desde que comenzó a aprender con Newt. También compró un bonito cinturón de herramientas con bolsas encantadas con amuletos de extensión indetectables para almacenar cualquier cosa que pudiera necesitar en el campo, así como otras cosas pequeñas.

La chimenea se encendió de color verde y su esposa, muy embarazada, salió a trompicones a los brazos de Harry.

"Creo que Bella ha terminado de viajar hasta que los bebés estén aquí", dijo Bella con cansancio después de que Harry la tranquilizó.

"Tenemos un poco más de un mes hasta entonces", dijo Harry con energía.

"Lo sé, he estado contando los días", suspiró Bella mientras subían las escaleras.

"Tengo que hacerlo, espero que se parezcan a su madre", sonrió Harry.

"Nuestra hija podría, pero apuesto a que nuestro hijo se parecerá al pequeño Harry", sonrió Bellatrix.

"Eso sería bueno", sonrió Harry.

"¿Qué hay de tu aprendizaje? ¿Te tomarás un tiempo libre cuando lleguen los bebés?" preguntó Bella mirándolo por encima del hombro.

"Sí, al menos un mes, tal vez más, dependiendo de cómo lo estés enfrentando", le aseguró Harry cuando entraron en la habitación.

"Estoy empezando a ponerme nerviosa", admitió Bella en voz baja.