Capítulo 4.

1K 61 0
                                    





─┈ꗃ ▓▒ ❪ act one ― chapter four. ❫ ▒▓



────── ๑ ໒৩ ๑ ──────

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




────── ๑ ໒৩ ๑ ──────



LO ÚLTIMO QUE SUPIERON DE Katerina antes de abandonar el suelo británico en el que habían permanecido durante meses era que había sido convertida en vampiro. Había engañado a la vampiresa llamada Rose-Mary que la había acogido temporalmente, la cual en realidad tenía intención de entregarla a Klaus, pero según cuentan la Petrova la manipuló a su antojo. Se colgó del techo con la sangre de vampiro todavía en su organismo, pues la vampiresa se la había proporcionado cuando se hirió a sí misma de gravedad, en un momento impulsivo para salvar su vida. Así pues, estuvo en transición hasta que bebió sangre de un humano cualquiera de una aldea cercana a esa cabaña; una aldea que ya no pertenecía al condado del que había huido, por lo que no era del todo peligroso. Lo que hizo, muy en el fondo, era seguir los pasos de Agnetha Mikaelson, la que le había enseñado todo: primero era ella, después el resto. Y si se convertía en vampiro, su sangre ya no serviría para el ritual, por lo que no le importó que fueran terceros quienes pagasen las consecuencias. Como siempre decía: mejor muertos el resto antes que ella.

Desde entonces, Katherine Pierce empezó a vivir. Sin embargo, al haber saboteado el plan de Niklaus Mikaelson, éste enfureció tanto que acabó con la vida de toda su familia, siendo este acto atroz el primer paso de su venganza.

Cuando esto ocurrió, Agnetha por fin logró reunirse con Katerina tras haber pasado una semana desde que se separaron. Había conseguido despistar y mentir a su mellizo, pues con el paso de los siglos se había convertido en una experta de las mentiras, por lo que llegar hasta su amiga no fue difícil. No obstante, cuando ambas llegaron a la que fue la casa donde nació y creció Katerina, entendió muchas cosas: su hermano era quien estaba burlándose de ella, adelantándose por un paso por delante. Y lo que ambas féminas vieron, la familia de la Petrova masacrada, era algo que la perseguiría, en sus sueños convertidos en pesadillas por haber condenado a una familia inocente a un destino cruel: la misma muerte.


Katerina Petrova volvía a su país de origen. Habían pasado poco más de veintiséis meses desde que fue exiliada, pero creía que era momento de volver. O pensaba que era lo mejor, al menos para despedirse.

Aun así, nunca pensó que se encontraría con la tragedia que sus orbes de color café visualizaron al entrar por la puerta de su hogar. Un sollozo se escapó de sus labios sin poderlo evitar, igual que un grito desgarrador que le siguió segundos más tarde. Su padre, su madre, su hermana Irina, dos institutrices y una anciana que cuidó de ella toda su vida estaban muertos. Había sangre por todas partes, incluso en la parte alta de la pared. Los cuerpos, magullados y heridos por todas partes, con mordiscos que ya decían todo: Klaus había acabado con la familia de Katherine.

―Katrina, lo siento mucho. . . ―musitó la rubia, acercándose a su mejor amiga, brindándole así un abrazo, que parecía ser lo que más necesitaba en esos instantes―. No era yo quien estaba entreteniendo a Nik, sino que fue él quien me usó para hacernos perder el tiempo y llegar antes. El muy imbécil es más inteligente de lo que recordaba... por eso dicen lo que dicen las habladurías. Klaus Mikaelson siempre va un paso por delante.

La búlgara ni siquiera dijo palabra alguna. Su rostro, aterrorizado por lo que acababa de presenciar, era lo único que podía verse. No era capaz de gesticular ni un sonido ni un movimiento.

Agnetha, preocupada por su amiga, la sacó de ahí saliendo corriendo a velocidad vampírica, hasta llegar a las afueras de la ciudad. No sabía qué decirle, lo único que podía hacer esa esconderse de su hermano. . . porque sabía que acabaría matándola.

―Tendrás que esconderte de Klaus, al menos hasta que entre en razón y consiga olvidar todo esto ―murmuró, tomándola de ambos brazos, para que la mirase―. No quiero obligarte a huir de nuevo, no podría seguir viviendo si lo hiciera, pero tienes que prometerme que vas a esconderte de mi hermano, por favor.

―Aggie.

La miró, frunciendo levemente el ceño. Ese gesto que compartía con su madre y su hermano Finn. Era algo que les caracterizaba mucho a los tres. No le gustaba nada el tono que había empleado con ella, como si estuviese enfadada por haber sido culpable. Como si pensase que era cómplice de Niklaus en ese plan macabro.

―Prométemelo, por favor ―le rogó la híbrida, suspirando―. Mi hermano es una bestia, un sádico y un idiota narcisista que solo mira por él mismo y por nadie más. Te buscará por todas partes hasta encontrarte, por eso quiero que huyas. Ve a lo que llaman "nuevas tierras" hacia el oeste, no logrará ni pensará en cruzar el charco.

― ¿Por qué? ¿Por qué lo haces? ―preguntó, desconcertada.

― ¿El qué? ―preguntó confundida la chica Mikaelson―. ¿Ayudarte? Eres mi mejor amiga, mi hermana, Kate. Y Nik es un idiota, no quiero perderte por su culpa.

―Lo haré, aunque tenga que vivir huyendo todo lo que queda de eternidad ―aceptó la castaña, mirándola fijamente a los ojos―. Solo si me prometes que nos reencontraremos ―añadió, prácticamente suplicando. Algo que no sucedía a menudo, para quienes conocían a Katerina Petrova.

―Siempre, Katerina ―aceptó, ladeando una sonrisa ladina―. Nos reencontraremos cuando menos te lo esperes.


Agnetha, de todo corazón, esperaba que Katerina Petrova o, como debería llamarla ahora Katherine Pierce, consiguiese esconderse de su hermano. Confiaba en las habilidades de la neófita, que se habían magnetizado e incrementado después de la transición a vampiro. Confiaba plenamente en su amiga. Y deseaba, desde su nuevo hogar, que todo saliera bien. Que siguiera viviendo más fuerte y más vivamente que nunca, a pesar de estar muerta por dentro.


* *

n/a. ¿qué os está pareciendo la edición? hay muchas cosas que no cambian, pero sí que estoy añadiendo pequeños detalles que, en mi opinión, mejoran tanto mi escritura como la narrativa del fic.

¡por cierto! a día de hoy ( 16 / 07 / 2024 ), martes, voy a subir un capítulo editado por día, durante una semana. es decir: va a haber publicación nueva hasta el 23 / 07 / 2024.


VOTE | COMMENT | FOLLOW ME

POWER | Stefan SalvatoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora