Hoy era el día. La boda, y lo mejor de todo, la playa. Sí, yo estaba más emocionada por el mar y la arena que por la boda, pero bueno.
Me cambié la pijama y fui directo a la puerta de los Hamada, pero Hiro y yo pensamos lo mismo y chocamos en el pasillo.
-Hola.-me dijo sorprendido.
-Jaja, hola.-le dije y lo abracé.
-Creo que ya sólo estamos tú y yo. Todos ya están en la histeria.-dijo bromeando.
-¿Seguro que ya no hay nadie?-le pregunté pícara.
-Muy seguro.-dijo cerrando su puerta y empujándome suavemente hacia mi habitación.
-Oye no niño.-le dije apartándome de su beso. Escuché unas zapatillas venir hacia nosotros.
-Jakajakakajafajaja.-A Hiro le entraron los nervios y no supo que hacer, así que se puso a hacer la cama.
Exploté de risa por su reacción después de darnos cuenta que las zapatillas eran de una extraña cualquiera.
-Ay que ternura de niño. Tendiendo la cama de su novia.-le dije riendo.
-No encuentro la gracia.-me dijo seco.
Le tomé las mejillas como abuelita y comencé a jugar con ellas. Creo que a Hiro eso le molestó más.
-Si no quieres no.-le dije tajante y salí de la habitación.
Fui directo al comedor del hotel y encontré a todo el elenco de la boda reunido en cinco mesas juntas. Así de muchos eran.
-___, buenos días.-me saludó mi tía y los demás hicieron segunda.-Ahí está tu mesa.-me dijo señalando una mesa para dos un poco lejos.
-Ah, si, eh...-no sabía que decir y fui interrumpida por Hiro.
-Gracias Elsa, pero creo que no desayunaremos juntos.-agregó más frío que la antártica.-Ah, se te olvidó esto.-acto seguido me lanzó mi teléfono.
"Algo debió haber visto en mi teléfono que... Ay no"
9:35
Oye princesa, ¿no me extrañas? Hay cosas que hablar contigo.
Era Rubén. Creo que no le quedó claro que la friendzone lo esperaba.
Mejor no contesté. Estaba molesta, decepcionada, confundida y todo a la vez, ni siquiera tenía ganas de comer algo.
Estaba molesta por que, uno, Hiro no debió tomar mi teléfono, dos, Rubén no tenía porque mandarme un mensaje, y tres, porque yolo.
Todos acabaron de desayunar y platicar y dejaron casi vacío el comedor, y sólo se notaba la tensión entre Hiro y yo. Estábamos cada uno en una esquina del lugar, pero se nos notaba a leguas el enojo mutuo.
Él sólo me tiraba "miraditas" de enojo e indignación. Yo terminé por fin el tazón de fruta que ordené y salí de ahí. Fui a cambiarme por un vestido ligero y salí a caminar al club del hotel.
Me recosté en una silla y procesé lo que acababa de pasar. Si Hiro quería estar enojado, que lo estuviera. Yo me dediqué a relajarme hasta que Elsa me llamó y me dijo que ya me iban a peinar y a preparar, y fui sonriente a mi habitación para recoger mi vestido y todo eso.
-Hola mi amor, ¿qué sucedió con Hiro?-Elsa me saludó cálida. Justo el abrazo que necesitaba.
-Ah, nada.-hice un ademán con la mano-no te preocupes ¿nos vamos ya?-dije cambiando el tema.
-Vámonos.-me tomó por los hombros y bajamos al lobby.
Nos subieron a todas (porque iba Cass, mi tía, Maddison, otras amigas, la estilista y la maquillista) a una van negra blindada. Me sentía cómo la hija del presidente. Importante y glamourosa.
Llegamos a un estudio de belleza hermoso. Con mucho brillo, muy limpio y relajante, y lo primero que hicimos fue tomar una terapia de spa. Enserio me sentía bien.
Cuando toda la sesión de belleza acabó, mi teléfono tenía tres llamadas perdidas de Hiro. No le di importancia y cuando vi la hora ¡Oh por Dios! Eran ya las cinco y media de la tarde. Tres horas dentro de la sala de belleza.
Cuando estábamos en la recepción a punto de salir, me tragué mi orgullo y le devolví la llamada a Hiro. Me respondío a los ocho timbrazos.
-¿Ho...hola?-respondió por fin.
-Hola.-le contesté apenada.-¿Para qué llamabas?
-Sólo quería decirte que hoy te ves más hermosa que nunca.-me dijo en tono suave y enamorado.
-¿Qu...qué?-le dije confundida. Giré la vista y ahí estaba él.
En un elegante traje negro, con corbata y su gran sonrisa deslumbrante. Cuando me vio, bajó la mirada y algo nos interrumpió.
-Hey, ___ ¿qué sucede aquí?-nos preguntó Elsa.
Hiro, que ya había entrado, se puso nervioso igual que yo, y no lo supimos ocultar bien.
-¿Hay algo que nosotras no sepamos?-continuó Cass.
Hiró soltó un "ay no" casi inaudible, pero como las mamás, bueno, las tías tienen una audición sorprendente, lograron escucharlo. No podíamos negar nada en ese momento. Todo pendía de un hilo.
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Hola:3
Ah pues, ya sé que tardé más de una semana en actualizar:c pero están pasando muchísimas cosas. He tenido exámenes y problemas en el colegio, he estado recordando algunas cosas y ando nostálgica, y todo eso me ha embotado la cabeza últimamente. Pero ya yolo.
Ya somos más de 3 k's :3 ya saben que las amo demasiado y que les mando mil toneladas de besos arcoiris y corazones gays, enserio no saben cuánto aprecio su amorts🙋🏻💕
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Strong (Suspendida)
FanfictionAlgunas historias comienzan con el final de otras. Ahora, por ustedes, me mantengo en el camino, pero es más por ti, que aún no me rindo.