Capítulo 19

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No podíamos arruinar el día de la boda, y en situaciones de nervios, mi cabeza idea grandes planes defectuosos pero efectivos para el momento. No supe cómo, pero lo dije.

-En la mañana, tuvimos un malentendido, y saben que adoro estar con mi mejor amigo.-dije acentuando esas dos últimas palabras.

Eso pareció calmarlas, pero no por mucho, porque ya se estaba cayendo nuestra mentira.

El altar de la playa nos esperaba. Sillas arregladas en medio de la arena viendo hacia el mar, y el hermoso altar improvisado dando la espalda hacia el pacífico mar. Todos elegantes y esperando a mi tía. Mark estaba nervioso pero alegre. Mucha gente esperaba el momento de la llegada de Elsa y cuando apareció, algunas lágrimas se soltaron ligeramente.

La cara de Mark comprobaba su amor por mi tía. No lo había visto sonreír igual desde que lo conozco.

Cuando mi tía estaba frente a Mark, él también dejó caer una lágrima. Todo transcurrió normal, el padre con su sermón aburridísimo, los anillos, el acepto a bla bla bla como mi bla bla bla hasta que bla bla bla, y esas cosas. Todo precioso hasta el "si hay alguien que se oponga, que hable ahora o calle para siempre" llegó una mujer vestida de negro, más o menos de la edad de Mark.

Él la conocía, se le notó en los ojos nerviosos, y todos sospecharon lo mismo en un instante. Era le ex esposa de Mark.

-Yo Mark. Yo me opongo.-dijo la mujer.

-Isabela.-Mark dejó escapar en un hilo de voz.-¿Qué haces aquí?-continuó.

La mujer no respondió. Se dio la vuelta y se encaminó de regreso por donde vino. Mark la alcanzó dejando a todos boquiabiertos y creando rápidas especulaciones.

-¿A eso regresaste? ¿A arruinarme mi nueva vida Isabela?-le dijo Mark cuando la tuvo cara a cara.

-Sabes que hicimos un trato.-le respondió ella bajando la mirada.

-¿Y crees que lo iba a cumplir sabiendo la clase de mujer que eres?-Mark le volteó el argumento.

-Yo no me he casado, y tú tampoco, pero estás a punto así que lo evitaré.-le contestó la mujer.

Mark y la mujer discutieron en voz baja hasta que mi tía entro en desesperación y fue con ellos.

-Mira, sólo te diré una cosa.-Elsa tiró a la mujer por el brazo.-Mark y yo nos vamos a casar. Si no te apetece la decisión, el aeropuerto te espera.-le dijo fría y tomando a Mark de regreso al altar.

La boda terminó bien, aunque con cierto aire de incomodidad presente, pero daba igual, todos estaban felices. La fiesta fue igual genial. En un buen momento, Hiro y yo dijimos lo de nuestro noviazgo, y nada, no hubo alboroto alguno.

Estuve bailando toda la noche con Hiro hasta que nos dolieron los pies. Fue una de las mejores noches de mi vida. Cuando mi tía lanzó su ramo de rosas blancas, lo atrapé y fue muy gracioso.

En punto de las tres de la mañana, los Hamada y yo fuimos al aeropuerto a despedir a los recién casados, quienes iban más felices que niños en Navidad.

Regresamos al hotel y Hiro se quedó a dormir en mi cama, sólo dormimos juntos, nada más, lo prometo.

Cuando el sonido del mar nos despertó, bueno, me despertó, Hiro aún seguía dormido como bebé. Me asomé al balcón de la habitación y contemplé el sol reflejado en la cristalina agua del mar.

Había sido todo tan increíble. Nunca creí que fuera a vivir todo esto, y menos sin mi familia.

Cuando giré la mirada hacia Hiro, ya estaba despierto y me miraba encandilado.

-Buenos días princeso.-le dije revolviendo su cabello.

-Buenos días.-me devolvió lo del cabello acompañado con un tierno beso.

-Jamás me habían dolido tanto los pies.-dijo él haciendo mueca.

-No eres el único.-respondí riendo.-¿Vamos a desayunar?-le pregunté.

-Vale, eso de bailar toda la noche me mató.-dijo divertido.

Y pues nada, los dos bajamos felices, hasta que Hiro me interrumpió con mi plato de sandía.

-Oye, ¿no es la neurótica de ayer?-me preguntó.

-Creo que sí.-respondí incrédula.

La señora loca de ayer estaba frente a nosotros y nos había visto. En un segundo se levantó de su silla y se acercó a nosotros, pero más a mi.

-¡Hola ___!-me dijo dándome un abrazo de maestra hipócrita.

-¿Te conozco?-le respondí fría.

-Antes no, pero ahora sí.-me contestó con una sonrisa maliciosa.

Hiro y yo no sabíamos que hacer.

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Ah, pues no lo sé, he descuidado demasiado la historia y el "rating" (por así decirlo) también bajó muchísimo. Siento que ya no les gusta:c

Espero que me den tiempo, porque con tantas cosas de la escuela, no tengo ideas para escribir. Lo siento.

Bueno, ya saben que las amo muchísimo, enserio, lo digo de corazón/u\ no saben cuán importante es para mi que ustedes lean el fanfic :') las quiero musho:3

Strong (Suspendida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora