Euforia

335 61 32
                                    

1
Hyukjae

Después de la ducha tomamos una siesta, cada uno en su respectiva cama. Heechul me había hecho la reservación para una habitación sencilla, pero en cuanto se distrajo yo volví a llamar y la cambié por una doble. No podía alquilarle otra habitación a Hae, así que esperaba que se sintiera cómodo con esto.

Despertamos con el tiempo justo de bajar al restaurante. La noche de hoy habría una cena de bienvenida para ponentes, expositores y escritores que participarían en el evento. Seríamos unas veinte personas, aproximadamente, más Heechul, claro, pero mi asistente llegaría hasta mañana.

Donghae caminaba todo tímido a un costado de mí, miraba el suelo y les sonreía a las personas que me saludaban en inglés. Cuando llegamos a la mesa vi al organizador del evento y estreché su mano, luego presenté a Hae como mi alumno y aclaré que contaríamos con la asistencia de mi editor ya iniciada la semana.

La cena transcurrió medianamente bien, a excepción de que Donghae no podía comunicarse, así que se mantuvo callado. No era lo que yo quería, pero le daría tiempo de acostumbrarse y desenvolverse un poco más. El idioma no debería ser problema porque yo podía traducirle.

—Esto está delicioso ¿qué es, señor Lee? —me preguntó Donghae metiéndose un trozo de comida a la boca.

—Creo que es paella —le respondí.

—Se parece un poco a nuestros platillos coreanos. Me gusta.

—Me alegro mucho —le sonreí. En eso un mesero se acercó con la intención de llenar mi copa de vino, yo de inmediato lo detuve—. Gracias, para mí solo agua simple, por favor —le pedí utilizando lo mejor que pude mi inglés. Él pareció entenderme porque asintió de inmediato y retiró la botella. Donghae miró curioso la situación.

—¿Por qué no bebe? El vino está riquísimo, y eso que no suele gustarme. Debería probarlo, una copa no le hará daño —me aconsejó y, como para dar énfasis, bebió de su propia copa. Por cada sorbo que daba, sus mejillas y frente se coloreaban más de un tono rojizo. Me gustaba, me parecía tiernísimo.

—No puedo —le sonreí sin querer explicarle más. Este no era el momento, y aún me sentía un poco avergonzado de contar la historia.

—¡Oh! No sabía eso de usted ¿Tiene alguna enfermedad que le impida beber?... Cielos, y yo insistiendo. Lo siento tanto.

Sí, yo había tenido una enfermedad por la que me resultaba terminantemente imposible beber. Se llamaba alcoholismo, pero de verdad no quería contárselo a Hae, no ahora que estaba tan feliz. Me había acostumbrado a que la gente me mirara con incomodidad cuando se enteraban, y no deseaba recibir una mirada parecida de parte de mi castaño. Eso me hubiera destruido.

—No te preocupes, Hae. No lo sabías.

Nadie lo sabía, lo cual era difícil para una figura pública como yo. Empecé con la bebida a dos años de mi primer éxito mundial. Pasaba la mayor parte de mi día solo y empecé a disfrutar de la compañía del alcohol como única cosa a la cual aferrarme. Era una tontería, pero ebrio sentía que escribía mejor. Escribía y escribía hasta caer desmayado sobre mi computador. Varias de mis mejores novelas ni siquiera recordaba haberlas escrito, pues me hallaba intoxicado durante todo el proceso.

Pensé que mi vida iba relativamente bien, hasta que comencé a fallar por la adicción. Retrasé fechas de entrega, terminé en el hospital, casi caí en el calabozo más de una vez, me metí en problemas, alejé a la gente que me quería y perdí contratos. Si Heechul no hubiera llegado un día de buenas a primeras a decirme literalmente “ya basta”, no estaría vivo aquí y ahora. Le debía mucho a él. Fue la única persona que no se hartó de mí y que confió en que podía sacarme de ese hoyo. Se hizo cargo de todos mis asuntos mientras yo estaba ocupado borracho o, más tarde, en rehabilitación. Tomó años, pero afortunadamente nunca había tenido una recaída, y ni siquiera me llamaba la atención tenerla. No sabía qué brujería me había hecho Heechul, pero solo el olor del alcohol era capaz de hacerme vomitar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 25, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

•La vida es un libro [Eunhae]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora