Verónica y Fernanda están terminando de comer una pizza en el restaurante del hotel "Arenas" del poblado de Amanda; el viaje desde Toy Ton las cansó, pero ni por casualidad se les ocurre privarse de salir, a más de 70 kilómetros de sus casas, todo está permitido y a Fernanda le habían tirado una data que le generaba grandes expectativas.
–Entonces vamos al bar ese fer ¿Eh? –Le pregunta Verónica antes de llevarse la última porción de pizza a la boca.
–Si por favor amiga. Después de la que nos tiró el botón, tenemos que ir sí o sí.
–¿Respecto al bar decís vos? La data digo... ¿Es respecto al bar?
–Y sí, no vamos a ir directamente a la Disco, mirá la hora que es. Yo a la disco quiero ir re puesta.–Le contesta Fernanda y se lleva el chop de cerveza a la boca.
–Yo también amiga. Pero tenemos que ir...
–Si llegamos, vamos.
–¿Cómo si llegamos? Tenemos que llegar. –Le dice convencida Verónica.
–Haremos lo posible. –Bromea Fernanda.
–O sea... Al bar hay que ir; tenemos que escabiar algo antes de ir a la disco esa que nos dijo el botón...
–Y fumar... –La interrumpe Fernanda.
–Obvio... y fumar; pero a la disco no podemos dejar de ir...
–Y sí, el tema es que el viaje te quiebra viste. –Le dice Fernanda.
–Sí, pero precisamente por eso, el botón nos dijo que podíamos conseguir cocaína adentro de la disco; ahí viboreamos el quiebre y bueno, desde ya se suman las posibilidades de conseguir unos chichis. –Veronica y ríe.
Fernanda también.
–¿En ese bar de ruta no conseguiremos?
–No sé Fernanda. Qué se yo. No podemos andar por la vida preguntando donde conseguir falopa. –Hace ademanes con su mano–. Si lo que nos dijo el botón es verdad, ya casi que tenemos la noche hecha.
Fernanda se estaba llevando el chop a la boca y lo frenó al largar la risa.
–Hacemos tiempo y previa en ese bar de ruta, escabiamos y fumamos; y después vamos a la disco a hacer lo que nos quede pendiente. –Le dice Verónica.
–Suena genial. –Le dice Fernanda.
Verónica ríe, después Fernanda también.
–Che me estoy pillando, aguántame. –Le dice Fernanda y se levanta.
–Te espero amiga.
Fernanda va al baño, Verónica le da otro mordiscón a la porción de pizza y la deja sobre el plato. Saca su celular del bolsillo; marca y se lo lleva a la oreja. La atiende el contestador. Con sus paletas se muerde el labio inferior, cabecea en gesto de negación.
–Menos mal que no necesito plata. –Dice y después levanta sus mejillas y gira los labios hacia el costado.
Va al menú del teléfono móvil, se mete en la sección "Mensajes" y selecciona "Enviar un mensaje" y escribe: "Me imagino que estarás en lo Flavia, te llamaba para avisarte que llegamos a Amanda. Besos a los dos" luego aprieta enviar y deja el aparato en la mesa. Agarra el chop y se lo lleva a la boca.
Ve venir a su amiga desde el pasillo que conduce al baño, Fernanda camina zigzagueando la cadera con su pollera verde con flecos. Verónica piensa que se ve hermosa.

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Siniestro
HorrorCinco jóvenes ansiosos por consumir drogas y divertirse, cruzan sus destinos sin reparar que son perseguidos por un repulsivo asesino que planea poner a prueba sus mas bajos instintos... ADVERTENCIA Esta historia contiene: Lenguaje vulgar y de conte...