El día del juicio, Horacio junto a su abogado escucha la acusación del fiscal:
–Vuestra Señoría, tenemos indicios suficientes y vehementes, para probar que en este caso el error era absolutamente vencible –el Doctor Valentín Rinaldi explica con la soberbia típica de un abogado que cree saberlo todo.
Exhausto y resignado Horacio se lleva las manos a la cara, observa a su abogado que apenas lo puede mirar a los ojos por un brevísimo instante y luego corre su mirada hacia el fiscal Rinaldi, que se pasea por el frente de la sala tratando de convencer al juez Bakensharf.
–Dígame señor Farías Mendez ¿A qué velocidad manejaba su auto momentos antes de que se consume el accidente?
–A unos 60 kilómetros por hora. No más. –Contesta Horacio.
–¡Que curioso! todos los testigos presenciales del hecho, declararon haber visto a su Chevrolet 74 a una velocidad que estiman no menor a los 90 kilómetros por hora. –Dice el letrado con sobra.
–¡Objeción! –Pide el defensor de Horacio.
–No a lugar. –Establece el juez.
El abogado de Horacio calla; el fiscal sosteniendo su discurso en montones de mentiras y exageraciones, camina de un lado al otro de la sala buscando persuadir de su pretensión, a un atareado juez que no se molesta en ocultar el poco interés que tiene del caso; su secretario le murmura algo al oído y por lo bajo, mientras Rinaldi habla, él asiente.
4
La audiencia termina y Horacio es conducido por el pasillo de la sala, los irreproducibles insultos de los padres del suicida y demás allegados a la familia, lo quiebran; la situación es un duro drama. Él los mira, sobre todo a la madre, buscando encontrar aunque sea el más mínimo segundo para explicarle lo que en realidad pasó aquella fatídica noche. Pero los insultos y maldiciones lo ahogan, se le hace imposible brindar la más mínima explicación; y sumergido en una deprimente resignación, agacha su cabeza y sigue caminando mascando los agravios.
5
Animado por el relato que sobre el homicidio de su hijo hace el periodista del diario "El Nacional" de Santas Almas, el padre del suicida a la vez que lee el matutino, escucha al presentador de noticias de "Radio Trewis" que informa acerca de la cuestión:
"En la jornada de ayer el fiscal Valentín Rinaldi pidió diez años de prisión para el carnicero Horacio Farías Mendez, acusado del homicidio de Jonatán Barbisqui, ocurrido el 5 de mayo del presente año en la ciudad de Santas Almas; el pedido del funcionario fue basado en diferentes testimonios de la causa, que indican que el accidente podría haberse evitado si el imputado no hubiese sobrepasado el límite de velocidad previsto por el municipio de la ciudad de Amanda."
–¡Asesino de mierda! –Dice con desprecio el padre del suicida y escupe la foto de Horacio que completa la crónica del periódico.
–Ojalá que en la cárcel se lo violen y lo maten. –Dice la madre que lava los platos en la cocina.
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Siniestro
HororCinco jóvenes ansiosos por consumir drogas y divertirse, cruzan sus destinos sin reparar que son perseguidos por un repulsivo asesino que planea poner a prueba sus mas bajos instintos... ADVERTENCIA Esta historia contiene: Lenguaje vulgar y de conte...