Capítulo 9

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—Mira esto. Creo que le agrado. Ay es tan lindo— un emocionado Nakyum se alegraba de tener a su gato sobre las piernas ronroneando y restregando la cabeza contra su pecho. El gato parecía el más emocionado de tenerle. Seungho no terminaba de servir las bebidas porque la escena era demasiado tierna como para perderse los detalles.

Era recién la segunda vez de Nakyum en su casa y el gato confiaba por completo en él. No había duda de que su mascota era inteligente y sabía reconoces quienes eran buenas personas.

—Le agradan las personas dulces y lindas. Tal como tú.

—¿Soy lindo? — Nakyum puso al gatito sobre uno de los cojines para poder estar más cerca de Seungho y relajar su cabeza en su hombro.

—Muy lindo. El más lindo— ay, por favor. Debía estar loco. Un hombre como él a punto de cumplir los 30, actuando tan cariñoso con un chico.

Recién lo habían hecho en el lugar menos indicado y aunque fue increíble había algo que lo incomodaba en sobremanera.

—¿Qué pasa? ¿En qué piensas? — Nakyum parecía sentirse relajado. Desde que terminaron de grabar, decidió apagar su teléfono y esta vez no había llamadas de su hermana interrumpiendo el momento. Seungho sabía que eso era algo malo, esa mujer sólo se preocuparía más y en parte, él era responsable. No quería arrastrar a Nakyum a una relación en la que estuviera mal con su hermana, pero en ese momento era más importante verlo tranquilo, quería seguirlo viendo sonreír como lo hacía y deseaba pasar más tiempo con él. Justo así.

—Me hubiera gustado que nuestra primera vez fuera en un lugar más especial, más cómodo y menos arriesgado. En verdad lo siento, debí esperar un poco más y...— Nakyum dejó un besito sobre sus labios para hacerlo callar y contrario a lo que hacían siempre, fue él quien tomó el rostro de Seungho para poder hablarle de cerca.

—Yo quería hacerlo. No importa si fue ahí, lo que importa es que fue contigo, así que deja de preocuparte ¿De acuerdo? Quiero pasar la noche contigo, aquí... seguro podremos hacerlo más especial en tu habitación ¿Qué dices?

¿Qué era eso?... Ahora Nakyum le coqueteaba, o eso parecía. Seungho sintió un par de besos en el cuello y no pudo resistirse al inminente deseo de tomarle por la cintura para hacer que se pusiera sobre él. Sólo así pudieron besarse como acostumbraban. Enredándose en esos besos que eran difíciles de frenar cuando empezaban a toquetearse.

Nakyum paró para mirarlo y sonreír.

—Te quiero Seungho.

Estaba bien escucharlo decir eso, pero no podía sacar de su mente todo lo que sabía sobre él, sobre su historia y sobre sus temores actuales. Ahora le decía que lo quería ¿Pero que podría pasar después? Así que antes de ir a la cama, tenían que hablar. Era necesario y ambos lo sabían.

—Oye hablemos sobre algo.

—Bien, yo lo hago primero— Nakyum le interrumpió y volvió a situarse en el sofá de una forma más cómoda—. ¿Te parece bien si lo mantenemos en secreto por un tiempo?

—¿Qué mantendremos en secreto?

—Esto. Que somos novios.

—Vaya, nos volvimos novios y ni siquiera me lo pediste formalmente— Seungho intentó bromear, pero la cosa era, que él estaba intentando hablar sobre temas más serios—. Bien, lo mantendremos en secreto.

—También quiero pedirte algo— esa aura triste que solía rodear a Nakyum volvió a apoderarse de él mientras continuaba—. Si en un momento, dejas de tener sentimientos por mí, o ya no te gusto o simplemente conoces a alguien mejor... quiero ser el primero en saberlo, será doloroso, pero prefiero eso a saberlo cuando todo vaya mal entre nosotros.

Lo complejo del amor (Pintor Nocturno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora