Amor Clandestino

El beso

Después de aquel acontecimiento, aquellos muchachos iban en dirección hacía un auto del padre de Linda, quien se encontraba en un estado grave y delicado.

—P-pandora.. no siento mi... lengua —trataba de balbucear Linda con su lengua cortada.

—No hables hasta que lleguemos. —dijo Pandora fría y con la mirada alzada, estaba envuelta en la furia.

—Pandora, ahora que hiciste todo esto, ¡¿Qué carajos piensas hacer para no dejar evidencia!? —preguntaba Esmeralda agitada, realmente no sabía que hacer.

—Crees que no vine preparada?

—De qué hablas?

—Entren al carro... 

—PERO QUÉ!? Pandora que vas a hacer, debemos iros de aquí lo más antes posible!

—Dije que entraran al maldito carro!! 

Los chicos se le quedaron mirando un poco sorprendidos, no era normal ver a Pandora en ese estado, entendieron y rápidamente entraron al auto. Mientras tanto, Pandora se alejaba en dirección a aquella casa, entró por la ruptura que hizo cuando atacó.

—P-pandora? —decía una de las muchachas que aún se encontraban en ese lugar.

—Salgan de aquí.

—Para qué..?

—Háganlo, si no quieren que tome sus dientes cómo mi nuevo collar, aún quedé con ganas de ensuciarme las manos...

Ambas chicas asustadas por su amenaza salieron corriendo de allí. Pandora de un cuarto sacó un tanque de gasolina. Lo esparció por toda la casa y de su bolsillo sacó unos fósforos, lo prendió y lo lanzó a la casa. Todo lo que se podía ver eran las llamas ardientes y el humo infinito, no tardó en que los cuerpos se quemaran rápidamente. Al regresar los chicos notaron el humo, y preocupados le preguntaban que había hecho, pero ella simplemente no contestaba. Se subió al auto y comenzó a conducir.

—Pandora, tienes licencia? —preguntó nervioso Rafaél, sin embargo, ella no respondía.

—Pandora, estás bien...? —Preguntó preocupada Bárbara.

Aunque le preguntaran, ella se mantenía con la boca cerrada. Al llegar a la casa de Linda, Bárbara abría la puerta acelerada, ahí se encontraban los padres de Linda.

—Oh, por dios! Están vivas! —decía la madre abrazando fuerte a Bárbara.

—Y Linda..? D-donde está?? —preguntaba tartamudeando el padre.

Rápidamente entró Pandora con Linda en brazos.

—Donde queda su cuarto. —preguntó Pandora estricta, apuntaron al segundo piso y ella fue a su habitación, recostó a Linda en la cama y le puso una sabana encima.

—Te encuentras bien?

—Sí, eso creo...

—No puedo creer que soportaras tanto..

—Qué tanto sufrí?

—Ummm... Bueno, te golpearon y te cortaron la lengua, y casi te tratan de dejar tuerta..

—...

—Necesitas descansar, tranquila, yo te cuidaré... —decía mientras pasaba su mano por su cabeza.

—Ah! Por cierto.. —dijo mientras de su bolsillo sacó el collar perdido de Linda.

—Creo que esto te pertenece —le sonreía.

Linda tomó el collar, le agarraba la mano a Pandora apretándola.

—Pandora...

—Dime?

—Recuerdas lo que escuchaste?

—Por.. teléfono...?

—Sí

—Emmm, sí, la verdad es que me sentí perpleja cuando dijiste eso..

—Yo de verdad te quería pedir una disculpa, por preocuparte de esa manera... Yo.. yo me dejé raptar, yo tengo la culpa de darte este peso, yo tengo la culpa de tener un alma a mi lado cuidándome constantemente.. yo... Yo.. yo te estoy jodiendo la vida...

—Linda, no digas eso.. tu no tienes la culpa de nad-

—Sí! Sí la tengo! Y mucho!

—Linda...

—Perdóname Pandora, yo de verdad no te quería condenar de esta manera, no así.. Yo tengo la culpa de que tu vida sea una completa mierda..! No trates de convencerme, por que sabes que es verdad lo que te digo, y nunca te pasaría todo esto si yo nunca hubiera existido, si nunca hubiera nacido! Tu vida sería más fácil... —decía sollozando 

Pandora lentamente abrazó a Linda, tratando de no lastimar sus heridas, Linda postró su cabeza en su hombro, después de unos minutos abrazadas, ambas se separaron y se vieron a los ojos, Linda bajó la cabeza.

—De verdad.. no entiendo como me puedes soportar, como puedes soportar a alguien tan desgraciada como yo, a pesar de todo lo que te he hecho, aún me tratas con cariño. Dime Pandora, ¿Cómo carajos soportas a una mocosa como y-

Cortando lo que iba a decir, Pandora le cierra la boca besándola, no le importó, solamente quería que se callara y que la besara, Linda con sus ojos abiertos quedó impactada por lo que estaba pasando, no podía creerlo, la chica que le gustaba la estaba besando, se dejó llevar y al rato se separaron.

—Pandora.. por qué sigues tratando de justificarte...?

—No lo hice para justificarme... Lo hice por que quise hacerlo.

Linda abrió los ojos sorprendida, tardó en procesar que de verdad lo hizo por ella, y que aún y toda maltratada la quería tal y como era, sin importar que fuera.

—Gracias, Pandora —dijo mientras sonreía secándose las lagrimas.

—Siempre trataré de apoyarte, y ahora que te encuentras en este estado, te cuidaré más que nunca

Ambas chicas se abrazaban, y Pandora le acariciaba el cabello de Linda, era tan brillante en aquella oscuridad...

—Continuará...—