Aquella fiesta

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Pandora postrada en la cama, era un domingo. Su teléfono empezó a sonar

—Uhmmm... Ahhh.. quién jode? —se preguntaba mientras atendía el teléfono.

Quien llamaba era Esmeralda, invitándola a pasar toda la tarde junto a Rafaél y Linda.

—Hola, Pandora! —.

—Ahgg.. por qué jodeeees, estaba dormidaza —.

—Ups! Estabas dormida? JAJAJA LEVÁNTATE PEREZOSAAA —.

—NO QUIERO! —.

Marica, mueve ese culo vale, se productiva! —.

—Ya pe, me levanto —.

—Eso es! —.

—Ahora qué quieres que haga? Ya me despertaste de una MUY buena dormidita —.

—No pues, quería invitarte a pasar la tarde con Rafaél y Linda —.

—Ah? Y qué se supone que vamos a hacer? —.

—Ay.. vamos a golpear ancianas —.

—En serio? —.

—NO IDIOTA! Obvio que vamos a divertirnos con cualquier vaina que encontremos —.

—Bueno, bueno pe, ya no me regañes —.

—Excelente! —.

—A qué hora voy? —.

—Nahhh tranquila, te voy a buscar —.

—Ahhh ta bien... —.

—Bueno, vete arreglando —.

—Bueno, nos vemos a las nueve —.

—Ok! —.

Pandora colgaba el teléfono mientras iba al baño a arreglarse. Al terminar le envió un mensaje a Esmeralda.

Oye, ya estoy lista —.

Bien, te busco dentro de un rato —.

Paseando por su cuarto aburrida algo le llamaba la atención, se encontraba en el piso, brillaba con fuerza, ella se agachó a recogerlo.

—Qué? Un collar? —decía levantando un colgante de oro con una estrella de David.

—De quién será..? —.

Lo guardó en su bolsillo y bajó a la sala, ahí se encontraba María.

—Buenos días! Upaaa, ¿Por qué tan arreglada? —.

—Te iba a pedir permiso para salir con Esmeralda —.

—Ahhh si, si. Ningún problema, a qué hora llegarías? —.

—Por ahí cómo a las ocho —.

—Ahhh bueno, sí, ningún problema —.

—Gracias! —.

Saliendo de su casa se encontraba Esmeralda caminando en dirección a Pandora.

—Holaaa! —.

—Hola! Ya nos vamos? —.

—Sí! Nos esperan en el parque —.

—Va pues —.

Salieron caminando al parque en el que se encontraba Linda, al llegar se saludaron y empezaron a caminar.

—Bien, les tengo una sorpresa —dijo Esmeralda muy feliz.

Amor ClandestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora