Amor Clandestino

Rafael

Linda y Pandora se habían sentado en una banqueta, no tan alejadas del resto, en cualquier momento tocaba el timbre de entrada. Ambas hablaban de temas aleatorios, queriendo saber cada vez más de cada una. La banqueta era de sombra fresca, el aire de la mañana y el relajante clima ayudaban más la charla, pero, Pandora seguía sintiendo algo raro, se sentía incómoda. Rápidamente entró en un estado de alerta y sobreprotección. Aprovechó que Linda se había distraído y volteó a ver qué la perturbaba, y una vez más, vió a Rafael a lo lejos viéndolas, ambos se vieron de reojo. El parecía.. conmovido, confundido y quizá algo furioso. Pandora no lograba entender por qué se empezaba a comportar así, todo era tan raro y Pandora empezaba a sumergirse en sus pensamientos una ola, o mejor dicho avalancha comenzó a atentar su mente, pensamientos extremistas llegaron a su cabeza. Desde lo que pasó la última vez, el daño que le causaron a Linda la había abrumado a tal punto de desconfiar incluso de ella misma, empezó a sudar frío, inconsciente tuvo escalofríos muy intensos en su espalda que la hacía arquearse, empezó a respirar agitada, apretaba los puños con fuerza de la impotencia por recordar su tortura. Sus pensamientos no la dejaban tener conciencia, estaba tan distraída que, se asustó cuando la mano de Linda se postró en su hombro intentando despertarla.

—Pandora? Amor, oye despierta ¿Estás bien? ¿Qué estás viendo?—le preguntaba su pareja algo preocupada, Pandora volteó a verla, sus ojos estaban abiertos por completo, abrumada y algo incómoda. Tomó de la mano a Linda sin mucha fuerza.

—Creo que alguien intenta hacerte daño.—le susurró en silencio. Linda solo río levemente y tomó de la mejilla a Pandora.

—Cariño, desde la última vez no has parado de enseñarme defensa personal, por qué crees que me harían daño? Si prácticamente ya puedo defenderme sola... ¿Por qué piensas eso? Además ¿Quién podría hacerme daño, es alguien que conozco o conocemos?

—No, escúchame, he notado que Rafael ha estado muy extraño estos últimos días, aveces ni nos dirige la palabra y realmente esto me está preocupando, no estoy segura de que esté tramando. Pero tengo el presentimiento de que no es nada bueno, hace un momento cuando estabas distraída el estaba viéndonos y lo noté muy furioso.—tomó de las dos manos a su amada y las puso sobre sus piernas—No quiero que te hagan daño, sabes lo mucho que sufrí y más tu familia cuando desapareciste...—

Linda dirigió su mirada hacia abajo con lástima y se preguntó lo mismo ¿Qué le pasaba a Rafael?

A lo lejos se vió que se acercaba Esmeralda con dos sobres en manos.

—Ey! Que hacen aquí tan alejadas? Acaso hacían algo???—deducía de manera pícara y un poco en burla.

—No te hagas ideas en la cabeza—reía Pandora y dirigió si mirada a los sobres—y qué llevas allí?—se preguntó.

—Ahhh esto? Bueno las bodegas parece ser y abrieron muy temprano, en fin, quieren? Me salió muy barato ehhh—se sentó junto a sus amigas y comenzó a compartir el interior de los sobres.

Rafael a lo lejos simplemente se ocultaba apretando uno de sus puños.

—Comtinuará—