Capítulo 2

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Corrí guiando mi balón con mis pies por el parque mientras intentaba hacer diferentes movimientos. Estaba orgulloso de mí mismo por haber mejorado tanto mis jugadas. Pare un segundo a limpiar mi sudor y antes de que me diera cuenta un perro pug estaba frente a mí jugando con mi balón.

Reí divertido por la escena y pensé que sería genial grabarlo y subirlo a internet pero había dejado el teléfono en casa. Negué lentamente y traté de quítarle el balón al perro, pero este lo alejó con sus patas. Volví a intentarlo fallando otra vez. Incrédulo entrecerre los ojos viendo al perro y me lancé a atraparlo; terminé cayendo a la tierra. Ahora si iba en serio la cosa.

Me levanté y mientras sacudía mi ropa oí que alguien le silvaba al perro que se marchaba con mi balón en su boca. Terminó sentándose al lado de la misma chica de la otra vez y le dio la pelota. Ella cerró el libro que leía y acarició la cabeza del perro, tras eso se levantó con su libro en una mano y mi balón en la otra.

—¡Oye! ¡Hey! —grité formando un círculo con mis manos alrededor de mi boca.

Ella simplemente siguió caminando sin prestarme atención. Se llevaba mi balón. ¡Se lo llevaba! Al darme cuenta de eso entreabrí mis labios y corrí en su dirección.

—¡Détente! —grité.

Sin inmutarse la chica tiró mi balón en la dirección contraría a mí y continuó su camino. Pero esto no se quedaría así.

Tírame mi balónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora