Capítulo 21

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Revolee los ojos por undécima vez al ver la cara de mi hermana y de Agustín al hablar el uno con el otro. Esos dos seres estaban bien enamorados, pero era un amor imposible, al menos hasta que mi hermana tuviera más edad.

Como el día anterior Argelia había cumplido diecisiete estaba muy feliz y ya se imaginaba saliendo con el chico. Yo... Bueno... Yo era el arruina ilusiones. Hacía de chaperrón para mantenerles los pies en la tierra a ambos.

—Uff, que agobio. —solté de pronto.

Era abrumador estar en medio de dos terrones de azúcar, me empalagaba ver sus indirectos coqueteos.

—Ve a dar una vuelta. —sugirió mi hermana.

—Les estaré vigilando. —advertí y me levanté.

Después me puse a hacer trucos con mi balón de fútbol dándoles vistacitos.

En determinado momento miré a Clavel, hoy estaba bajo el árbol con otra chica, la del cabello muy largo cuyo nombre era Magnolia, y se notaba que discutían.

—¡Tienes que entenderme! —gritó Clavel.

Magnolia le dijo algo que no escuche así que me acerqué discretamente. Le di una mirada a mi hermana y al ver que estaba bien volví mi atención a la discusión. Empecé a trotar en el lugar para disimular y me acerqué otro poco. Ahora las oía.

—¿De verdad quieres hacer esto? —cuestionó Magnolia. —Eso no es muy tú, pareces ser yo.

—Cambie desde que le vi. —dijo Clavel. ¿De qué hablaban? ¿A quién vio que cambio? —Tengo que sacar todos estos sentimientos si quiero sentirme mejor.

—Has lo que te parezca bien. —concluyó Magnolia. —Te darás cuenta de que algunas cosas no valen la pena. ¿Qué diría nuestra hermana?

Clavel suspiró y volteó la cabeza en mi dirección. Aparté la mirada al momento y al saber que fui descubrido cogí mi balón en manos para volver con mi hermana.

—¡Samuel! —gritó Clavel; instintivamente me detuve y lentamente di la vuelta hasta verla. — ¿Quieres que nos veamos el jueves a esta hora aquí mismo?

—Emm... Claro. —respondí dudoso. —Te esperaré.

Clavel asintió y volvió la vista a su hermana, yo aclaré mi garganta y seguí mi camino a donde estaba Argelia. No entendía qué sucedía. ¿De qué hablan?

Tírame mi balónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora