Décimo grito.

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Carajo. Demonios. Mierda.

Besar a Angie se había vuelto un vicio.

No pensó que la relación pasaría tan seria en dos meses.

Pero ahí estaban.

Brisa sostuvo su cintura y no dudaba en devolverle los besos.

Diablos, se sentía bien y estaba segura de que era incorrecto, pero no importaba porque Angie besaba tan bien que le dejaba la mente en blanco y no podía sacarla de su cabeza.

Quizá sí le estaba pasando algo, pero ¿quién podía juzgarla?

Se olvidó de su constante fingimiento de no sentir nada por ella, el estar a solas ayudaba un poco a distraerse y disfrutar del momento.

─ Te quiero ─ le había dicho entre besos.

Y no mentía.

¡brisa, me gustás! ─ [BRANGIE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora