─ Auuuu ─ se quejó Brisa cuando Angie pasó el paño frío por su labio.
─ Dale Bri, no es nada ─ le rodó los ojos.
─ Tené cuidado, Angie ─ le suplicó, mirándola con ojos de perro regañado.
─ Esto no hubiera pasado si te hubieras controlado ─ le reprochó. Su mente seguía presente en la pelea de hacía unas horas.
─ Pero Angie, ellos te estaban molestando y nadie interfería, ¡claramente no iba a desperdiciar la oportunidad de darles una lección! ─ se excusó.
─ Era mi problema ─ alzó su mentón y apreció sus labios con mirada triste ─ no quería que te involucraras.
Brisa tiró su cabeza hacia atrás y la miró fijamente.
─ Imposible. Sos mi novia y es mi obligación protegerte ─ Angie rió ante su tono heroico.
─ Y quiero un beso ─ Brisa estiró sus labios exageradamente y Angie le dejó un pequeño beso ahí, soltando risitas.
─ Te quiero.
─ Te quiero más.
Se miraron como auténticas enamoradas y se rieron de la otra.
Ahí Brisa se prometió cuidarla para siempre, incluso si significaba salir lastimada, valía la pena.
Angie siempre valía la pena.
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¡brisa, me gustás! ─ [BRANGIE]
ContoDonde Brisa no soportaba a su compañera. O Donde Angie se le declaraba en el salón de música, a la misma hora, mismo lugar, sin falta. Hasta que un día deja de suceder.