Al llegar a su casa, saludó tímidamente a su suegra y pasó directamente a la habitación.
Angie ardía de fiebre y por más de tener la opción de negarse a verla, el noventa por ciento de su cuerpo necesitaba asegurarse de que no esté en condición grave.
La vio acostada con muchísimos pañuelitos desparramados, pero Angie parecía ser inmune a verse mal.
Brisa se la pasó dándole todos los mimos posibles, sabía que con esa fiebre no asistiría en el colegio y le ponía triste.
Disfrutaba muchísimo la compañía de Angie, se iba a sentir sola y estar sola, pues sus amigos la habían abandonado cuando ellas se empezaron a juntar.
No importaba porque Angie valía la pena.
Luego de repartirle millones de besos y diciendo que la quería, se marchó un tanto preocupada.
Y se fue sin saber que Angie pudo descansar tranquila y con una sonrisa completa de felicidad.
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¡brisa, me gustás! ─ [BRANGIE]
Historia CortaDonde Brisa no soportaba a su compañera. O Donde Angie se le declaraba en el salón de música, a la misma hora, mismo lugar, sin falta. Hasta que un día deja de suceder.