Manjiro Sano.

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Aviso: Habrá denigración verbal hacia ustedes.

..........

- A esa mujer realmente le encanta tentar su suerte.- masculló entre dientes tu compañero favorito de trabajo mientras daba zancadas hasta llegar a la puerta de tu habitación en el hotel.- ¡¡______!!.- vociferó impaciente dando golpes insistentes y fuertes. Una persona normal se habría asustado de solo escuchar semejantes golpes en la puerta, golpes que daban a entender que te iban a matar tan pronto entrará.

Menos mal que tú no eres una persona normal.

- ¿¡Qué quieres ahora?!.- te quejaste desde el baño de la habitación mientras restregabas tu sedoso cabello con shampoo. Era la tercera vez que ese hombre alto y pelirosa iba a molestarte insistiendo con que te apurarás, tú no le hacías caso porque una mujer tan importante como ______ no podía salir con su cabello hecho un desastre, primero muerta.

- Mikey dijo que si no bajas de una vez por todas él mismo vendrá a matarte.- supiste que había entrado a la habitación cuando sentiste su voz más cercana a la puerta del baño.

Ni siquiera te había sacado un escalofrío con su advertencia, estabas muy concentrada en tu relajante baño con agua caliente como para prestarle mucha atención al asunto.

- Pues dile a Mickey que no puedo bajar hasta estar lista, a menos de que quiera que vaya a la gala de nuestros socios desnuda.

- Es Mikey, no Mickey, ¡maldita escoria!.- Sanzu y tú eran los más unidos de Bonten, excelentes amigos, se llevaban muy bien y se tenían confianza, incluso te compartía de sus pastillas. Así que para ti era normal esa peculiar forma de afecto verbal por parte de él.

- Lo que sea, imbécil.

Gruñó irritado con las venas sobre saliendo en su frente mientras veía la puerta del baño con sus puños cerrados en furia. Tenía ganas de entrar ahí tomarte por el cuello y mandarte al infierno que tenías bien merecido.

Respiro hondo intentando serenar su mente, acomodándose firmemente su corbata y llevando los mechones de cabello que tenía en su frente hacia atrás con sus dedos, sacó del bolsillo trasero de su pantalón un blíster de pastillas, tomó una y se la tragó antes de salir de la habitación, eso lo ayudaría a relajarse para que no le dieran ganas de estrangularte.

Caminó con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón, recorrió el pasillo enorme y lujoso, dando pasos largos sobre la alfombra roja de terciopelo hasta llegar al ascensor dorado.

El ascensor indicaba que alguien estaba subiendo a ese piso, no le dio cabeza al tema y simplemente miro el techo esperando que las puertas del elevador se abrieran. Cuando escucho el tintineo que indicaba que se había abierto miro al frente encontrándose con la mirada oscura e intimidante de su rey.

- Mi rey.- inclinó su cabeza con respeto dando un paso a la izquierda para apartarse de su camino, el de pelo blanco y corto ni siquiera lo miraba, tenía su vista fija al frente mientras caminaba lentamente empezando a darle la espalda a su subordinado.

- Sanzu, ve a la gala de nuestros asociados tú sólo.- ordenó con su voz grave y monótona.- Ya sabes como proceder.

- Si, mi rey.- él de mayor estatura se incorporó cuando vio a él jefe alejarse, entró al ascensor para darle al botón de planta, cerrándose las puertas y perdiendo de vista a él peliblanco.

Mikey no era alguien que se presentará seguido a esos eventos, a menos de que le interesará para abrir negocios con alguien. Hoy en específico tenía planeado presentarse a esa fiesta debido a que unos ejecutivos de una empresa asociada con ellos venían desde Osaka para hablar con él sobre una inversión.

ONE SHOTS [Tokyo Revengers] 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora